Vox prepara una votación en el Congreso de los Diputados con la intención de prohibir el velo islámico y otras indumentarias similares en espacios públicos, al considerarlas incompatibles con la identidad y las prácticas culturales occidentales.
La propuesta, presentada en junio para ser debatida tanto en Pleno como en comisión, argumenta que el uso obligatorio del velo islámico constituye una amenaza seria para la conservación de la identidad y cultura españolas, así como para el respeto al orden jurídico y social del país. Desde Vox, liderado por Santiago Abascal, se busca asegurar la igualdad de género, la integración cultural y la preservación de las tradiciones y valores españoles.
Además, la iniciativa solicita incrementar las penas para aquellos que obliguen a mujeres a vestir estas prendas y propone suspender solicitudes de nacionalidad en dichos casos. Señalan que naciones como Francia, Austria, Países Bajos o Suiza ya han implementado medidas parecidas y critican el silencio de los medios e instituciones ante los problemas derivados de la islamización y el multiculturalismo.
La propuesta destaca la incongruencia de quienes defienden los derechos de las mujeres en Europa pero permiten la entrada de culturas que infringen estos derechos, diciendo, garantizando la adaptación plena de todas las personas a los modos de vida propiamente nacionales.
En términos de seguridad, Vox recuerda en su propuesta que España mantiene un nivel reforzado de alerta antiterrorista y subraya el aumento de operaciones antiyihadistas. Santiago Abascal también ha subrayado la necesidad de medidas contra la amenaza real del islamismo y la invasión de migrantes, abogando por prohibir el velo.
En referencia a la moción del Ayuntamiento de Jumilla, que prohíbe actividades no deportivas en instalaciones municipales y que ha sido apoyada por el PP con la abstención de Vox, Abascal aboga por la protección de los espacios públicos de prácticas no acordes con la cultura española y de los ciudadanos frente a ideologías totalitarias, ocasionalmente presentadas como religión.
Abascal critica que tanto el partido popular como los socialistas, bajo la premisa de la libertad religiosa, apoyan y financian una ideología perjudicial para los derechos y libertades en Europa.