En una sesión reciente en el Senado, el PP ha reprochado a la ministra de Educación y Portavoz, Pilar Alegría, su cercanía con Francisco Salazar, exasesor de la Moncloa implicado en acusaciones de acoso, hasta hace poco considerado para un cargo en la Ejecutiva Federal del PSOE. Alegría evitó profundizar en este tema y optó por criticar al senador del PP conocido como el “senador metralleta” que cuestionó a Pedro Sánchez.
Francisco Salazar, quien trabajaba como coordinador Institucional de la Presidencia del Gobierno con Pedro Sánchez, estuvo a punto de ser promovido en el PSOE tras la renuncia de Santos Cerdán. No obstante, fue marginado a último momento debido a denuncias anónimas de conducta inapropiada por parte de mujeres a su cargo, reveladas antes del congreso del partido en julio.
Recientemente, se ha reavivado el interés en Salazar tras la difusión en ‘Artículo 14’ de una imagen donde aparece almorzando con la ministra en Madrid. En una conferencia posterior, Alegría describió el encuentro como estrictamente “personal” y aclaró que Salazar es un antiguo conocido con quien no se veía “desde hace casi medio año”. “Sin más”, concluyó la ministra.
Desde el PP, durante la sesión de control en el Senado, el senador Vicente Azpitarte ha criticado a la ministra por ignorar a las presuntas víctimas de Salazar, alegando: “El sanchismo siempre al lado de los maltratadores y nunca al lado de las víctimas”. Miriam García Navarro, también del PP, ha comentado que Salazar es un “asesor acosador, protegido, reciclado y casi ascendido”, criticando la familiaridad de la ministra con él.
Alegría ha decidido no responder a estas acusaciones y ha enfocado su intervención en criticar la agresividad de Alejo Miranda, el senador del PP que interrogó a Sánchez, comparándolo con una “metralleta”. Además, ha respondido a las quejas de José Antonio Monago sobre la falta de transparencia del Gobierno, subrayando la resistencia del PP a investigar ciertas cuestiones en regiones donde tiene mayoría.
















