En el reciente debate en el Congreso, se ha evidenciado un intercambio de críticas entre el PSOE y el PP, donde ambos partidos se han acusado mutuamente de lanzar insultos. Francina Armengol, presidenta de la Cámara, ha instado a los diputados a mantener ‘silencio y educación’ y les ha recordado la importancia de abstenerse de proferir insultos para evitar faltas de decoro en el hemiciclo.
Durante el inicio de las preguntas por parte de la oposición, Santiago Abascal de Vox ha tildado al presidente Pedro Sánchez de ‘un corrupto, un traidor y un indecente’, criticando además la gestión del Gobierno en temas de seguridad y migración. Armengol reprendió a Abascal por su ‘mala educación’ y amenazó con eliminar sus comentarios ofensivos del diario de sesiones, aunque pidió que no se repitieran tales insultos.
Por otro lado, Félix Bolaños, ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, ha atacado a la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo, llamándola ‘embustera’, ‘difamadora’ y ‘cara de bulo y de embuste’, acusándola de calumniarlo. Álvarez de Toledo ha respondido solicitando que no se eliminen sus palabras del registro oficial para ‘que la historia y el mundo entero conozcan la catadura moral e intelectual’ de sus detractores.
Montse Mínguez, portavoz de la Ejecutiva del PSOE, ha denunciado un patrón de conducta ofensivo por parte de la oposición, indicando que ‘eso es un insulto cada minuto y medio’. Juan Bravo del PP ha hablado de ‘tropelías’ del Gobierno, mientras que otros diputados del mismo partido y de Vox han continuado con las acusaciones.
Ante esta situación, Armengol ha reiterado la necesidad de mantener la compostura y ha advertido que no tolerará discursos de odio ni actitudes que atenten contra los valores democráticos, asegurando que actuará para corregir cualquier falta de decoro en futuras sesiones.
















