Este sábado, cuatro de los ocho activistas españoles que formaban parte de la reciente flotilla con ayuda humanitaria para Gaza, interceptada por Israel, han vuelto a España. A su regreso, han reiterado su intención de continuar enfrentando la intervención israelí y de tratar de poner fin al bloqueo impuesto a Gaza.
Entre los liberados se encuentra la diputada de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, Jimena González Gómez, junto a María Teresa Arancón, María Plata Díaz y Yacine Belkaid Ayari. “Gracias a la lucha de las calles. Vamos a seguir e intentar romper el bloqueo. Los gobiernos tienen que romper toda relación comercial con el Estado sionista israelí. Vamos a ir a Gaza una y otra vez y no nos van a parar”, declaró Jimena González tras llegar al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
La ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, Mónica García, estuvo presente en la recepción y criticó las “vejaciones y humillaciones” sufridas por los miembros de la flotilla, exigiendo que Israel sea responsabilizado. “Estamos ahora en un momento en el que se ha declarado o se va a declarar la paz pero tiene que ser una paz condicionada a que los genocidas rindan cuentas. Ante el mayor genocidio del último siglo, la comunidad internacional tiene que responder”, afirmó García.
Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid en la Asamblea, también acudió y celebró el “triunfo” de las flotillas en su misión de denunciar el genocidio en Gaza. Bergerot abogó por una paz “duradera y justa” para Palestina y el respeto a los “derechos políticos” del pueblo palestino.
Jimena González y María Teresa Arancón viajaban en los veleros de la iniciativa ‘Thousand Madleens’, mientras que María Plata Díaz y Yacine Belkaid Ayari estaban a bordo del ‘Conscience’. “Ha sido seguramente uno de los viajes más duros de nuestras vidas, que su culminación ha sido las condiciones esperpénticas que hemos sufrido en las cárceles sionistas”, comentó Belkaid a los medios.
Otra integrante de la flotilla, la italiana Elisabeth di Luca, también será deportada por Israel, según informó la organización. Todas las embarcaciones fueron interceptadas por el Ejército israelí en aguas internacionales y llevadas al puerto de Asdod, desde donde los 145 miembros de la flotilla fueron trasladados a la prisión de Ktziot en el desierto del Négev.