Javier Aureliano García Molina ha dimitido como presidente de la Diputación de Almería este viernes por la mañana, tras ser puesto en libertad con medidas cautelares por el Juzgado de Instrucción número 1 de Almería. Su liberación se produjo después de su declaración en la segunda fase del caso ‘Mascarillas’, donde se investiga el supuesto cobro de ‘mordidas’ en contratos irregulares gestionados por la institución provincial.
Además, el mismo juzgado liberó a otros cuatro implicados en el caso, incluyendo a Fernando Giménez, vicepresidente de la institución y al alcalde de Fines, Rodrigo Sánchez, quienes también han presentado renuncias. Los tres políticos fueron suspendidos por el PP tras conocerse sus detenciones el pasado martes.
La Diputación comunicó que la renuncia de García es una decisión voluntaria para poner fin a sus responsabilidades iniciadas en enero de 2019, oficializada después de renunciar también como concejal en el Ayuntamiento de Almería y como diputado provincial.
García ha dejado su cargo creyendo en su inocencia y pensando que su dimisión permitirá restablecer la normalidad en la actividad institucional y el desarrollo provincial, según indica el comunicado de la Diputación.
En su próximo capítulo personal, García se dedicará a defender su inocencia, convencido de su integridad y dedicación en la gestión pública. El comunicado resalta que deja un legado de proyectos significativos para Almería en áreas como la lucha contra la despoblación y la promoción del turismo y la cultura.
Fernando Giménez, ex vicepresidente segundo, también ha formalizado su renuncia, destacando su gestión en áreas claves para la proyección turística y la conservación del patrimonio de Almería, según fuentes de la Diputación.
