Este lunes, el presidente del Gobierno anunció una serie de acciones destinadas a ‘parar el genocidio’ en Gaza, sin incluir la terminación de las relaciones diplomáticas ni la remoción de Ana María Salomon, embajadora española en Tel Aviv, a pesar de las solicitudes de sus aliados, especialmente IU y Podemos.
Tras la revelación del conjunto de medidas, que incorpora un decreto ley para formalizar el embargo de armas a Israel, que, según el Gobierno, se ha aplicado desde los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023, y la prohibición de tránsito de armas a través de España, se recordó al Ejecutivo la necesidad de estas acciones.
Adicionalmente, se anuncia que se prohibirá la entrada a España a ‘todas aquellas personas que participen de forma directa en el genocidio, la violación de Derechos Humanos y los crímenes de guerra en la Franja de Gaza’, aunque no se especificó si esto afectaría al primer ministro Benjamin Netanyahu o a sus ministros.
Reacciones políticas
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y líder de Sumar, expresó que su partido ‘no pueden conformarse’ y reclamó la retirada de la embajadora en Israel. Por otro lado, Antonio Máillo de IU, consideró las medidas ‘positivas pero insuficientes’, solicitando una ruptura completa de las relaciones con el gobierno de Netanyahu. Desde Podemos, advirtieron que serán ‘vigilantes’ y que las acciones no deben quedarse sólo en ‘titulares’, pidiendo avanzar hacia la ruptura completa con Israel.
Estas demandas no son nuevas y han sido consistentemente rechazadas por el Gobierno. Recientemente, durante el debate sobre la participación de un equipo israelí en La Vuelta a España, José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, reiteró la posición del Gobierno.
Consideraciones sobre la diplomacia
La ruptura de relaciones diplomáticas, según Albares, es una medida excepcional que raramente se ha usado en democracia. Aclaró que antes de retirar completamente a un embajador, el Gobierno podría optar por llamarlo a consultas en Madrid. En el caso de Israel, se ha mantenido la embajada activa a pesar de las tensiones, como se evidencia con la situación de la embajadora israelí retirada, Rodica Radian-Gordon, que aún no tiene reemplazo tras su jubilación.
Albares ha defendido la necesidad de mantener la comunicación con Rusia y, por extensión, con Israel, argumentando que son necesarios para encontrar soluciones a conflictos mayores. También criticó a quienes piden romper relaciones con Israel mientras mantienen las de Rusia, calificando la retirada de la embajadora como una ‘medida efectista’ que no contribuiría a la paz en Oriente Próximo.