La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ha trasladado este viernes su “solidaridad” a la mujer que ha interpuesto una denuncia contra el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez por supuestas agresiones sexuales ocurridas en la década de los ochenta.
Narbona ha calificado de “muy impactante” el relato de la denunciante y ha reiterado su apoyo “con una mujer que ha callado durante tanto tiempo”, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press. Al mismo tiempo, ha subrayado que en la actualidad ya existen marcos legales que obligan a empresas y formaciones políticas a disponer de protocolos frente al acoso.
Aunque Suárez murió en 2014, la dirigente socialista sostiene que aún podrían derivarse responsabilidades para personas “que hicieron posible que eso sucediera”. “Quizás ahí la Justicia tiene algo que decir”, ha señalado, abriendo la puerta a que se investigue la posible actuación de quienes habrían encubierto los hechos.
En cambio, ha preferido no fijar posición sobre la posible retirada del nombre de Adolfo Suárez al aeropuerto de Madrid-Barajas. “Sería absurdo por mi parte avanzar una posición porque lo acabo de escuchar”, ha indicado, evitando pronunciarse sobre este debate.
IMPACTO EN LA OPINIÓN PÚBLICA
En un contexto marcado por una “catarata” de denuncias de acoso que afectan tanto al PSOE como a otras formaciones, Narbona ha explicado que desde la dirección federal están “modificando el funcionamiento” del protocolo antiacoso aprobado el pasado mes de mayo, “a la vista que se ha producido un fallo tremendo con un gran impacto en la opinión pública”.
Aludía así al retraso de más de cuatro meses en contactar con las mujeres que denunciaron al excargo de Moncloa y del PSOE, Francisco Salazar, por comportamientos inapropiados en el ámbito laboral, un caso que ha generado una fuerte polémica interna y externa.
Pese a ello, Narbona sostiene que el problema trasciende a su partido y afecta al conjunto de organizaciones. En su opinión, todas las formaciones políticas y las empresas deben dotarse de mecanismos eficaces para que ninguna mujer “se quede callada” por falta de cauces seguros y claros para presentar una denuncia.