Esquerra Republicana (ERC) está exigiendo al Gobierno que impulse en la Unión Europea un embargo completo de armas hacia Israel y la cancelación del acuerdo de asociación con este país, debido a la reciente intensificación del conflicto en Gaza. Subrayan la necesidad de acabar con la «impunidad» ante los crímenes cometidos en la región.
Esta demanda se presenta en una proposición no de ley en el Congreso, motivada por la reciente decisión del gobierno israelí de ocupar Gaza y el asesinato de periodistas de Al Jazeera en un bombardeo. La propuesta se debatirá y votará en la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, donde ERC exhorta al Gobierno a «condenar el genocidio y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario por parte de Israel contra los palestinos».
La propuesta también destaca que Gaza enfrenta condiciones extremas, incluyendo «hambruna generalizada, malnutrición severa y la destrucción completa de servicios vitales como salud, agua, energía y saneamiento». Además, ERC aboga por un «embargo total e inmediato» a las armas y material bélico a Israel, incluyendo la suspensión de cualquier transferencia o contrato existente, mientras continúen las violaciones a los derechos humanos en Palestina. También sugieren que esta postura se promueva dentro de la Unión Europea.
Desde el partido de Oriol Junqueras, se reitera que no se puede tolerar la «impunidad de estos crímenes» y se insta a que España promueva la suspensión del Acuerdo de Asociación con Israel, invocando cláusulas de respeto a los derechos humanos y condicionando futuras relaciones a la adherencia al derecho internacional y resoluciones de la ONU.
ERC también pide fortalecer la cooperación con organizaciones como Médicos Sin Fronteras y Cruz Roja Internacional para proteger y asistir a los palestinos. Finalmente, urgen al Gobierno de Pedro Sánchez a demandar a Israel el cese del bloqueo a la ayuda humanitaria y asegurar su entrada libre y coordinada por la ONU en Gaza, recordando que el conflicto ya ha dejado más de 60.000 víctimas mortales, incluyendo personas que han muerto de hambre o en intentos de obtener recursos básicos.