Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha prometido este domingo un ejecutivo ‘para todos’ que restaure la ‘normalidad’ y finalice la ‘pesadilla’ del actual gobierno, además de alertar que en las próximas elecciones la decisión será entre Pedro Sánchez o él. Al respecto, ha expresado su disposición a formar alianzas con todos los grupos parlamentarios dentro del marco constitucional, incluido Junts, y ha descartado imponer vetos a Vox, afirmado que su ‘único cordón sanitario’ será hacia Bildu.
‘¿Qué Gobierno habrá tras las próximas elecciones generales? Solo hay dos opciones: O Sánchez o yo. Yo quiero un Gobierno en solitario. El único Gobierno de coalición que ha habido hasta la fecha no ha funcionado y no quiero darle a mi país los mismos espectáculos que vemos cada martes en el Consejo de Ministros’, declaró Feijóo durante la clausura del XXI Congreso nacional extraordinario del PP en Madrid, donde fue reelegido presidente con el 99,24% de los votos, evento que describió como de ‘unidad’ y de ‘futuro’. ‘Vamos a demostrar que España tiene solución’, proclamó.
Feijóo, acompañado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, instó a sus seguidores con un mensaje de ánimo e ilusión al asegurar que ‘hoy empieza todo’ y es el ‘acto fundacional de un nuevo tiempo’. Frente a más de 3.200 compromisarios del PP, apostó por un Gobierno del PP en solitario que colabore con todos los grupos parlamentarios en las Cortes, sin exclusiones a Vox como ‘pide la izquierda’ ni al PSOE como ‘pide’ el partido de Santiago Abascal. Recordó que Vox es ‘la tercera fuerza política’ en España y que sus votantes ‘merecen un respeto’. ‘Y yo no estoy dispuesto a arrinconarles’, subrayó. Igualmente, rechazó un cordón sanitario al PSOE como exige Vox. Aunque reconoció que es ‘imposible pactar’ con el Partido Socialista de Pedro Sánchez, esto ‘no significa renunciar para siempre a que este país recupere los consensos en los asuntos que lo requieren’. ‘La Presidencia del Gobierno exige grandeza y yo la voy a tener’, enfatizó.
En relación al independentismo, Feijóo garantizó que no concederá al independentismo lo que no quiere y no puede. ‘Es mejor ser claros, fuera de la ley y la Constitución nada de nada’, advirtió. Indicó que no se le da ‘bien’ someterse ‘al independentismo’. ‘A lo largo de mi vida, le hemos ganado al nacionalismo y al independentismo en Galicia. No se me da bien someterme’, afirmó, agregando que su relación con los nacionalistas será de ‘claridad y vigilancia’. En este contexto, aseguró que no ‘consentiré más desafíos’ a España y afirmó que cree en una ‘España de ciudadanos libres e iguales’. ‘Buscaré siempre la integración de todos, pero con una salvedad: Las minorías deben ser escuchadas y respetadas, pero no puede ser que marquen el rumbo de la nación. Mucho menos si persisten en destruir la propia existencia de España’, declaró.
Feijóo acusó al presidente del Gobierno de intentar deliberadamente quebrar la convivencia entre españoles, además de ‘trocear’ el Estado, de ‘colonizar’ las instituciones o de someter a España a las minorías en todo. ‘Los números no mienten: la España de 2025 es más desigual que la de 2018’, recriminó a Sánchez. Se comprometió a un ‘Gobierno de todos’ y ‘no de parte’ porque, según dijo, ‘quienes no piensan como nosotros también merecen un Gobierno decente’. De hecho, si pronuncia un discurso de investidura sus primeras palabras serán para ‘declarar que el muro entre españoles ya no existe’. Afirmó que si ganan las elecciones tendrá que empezar por ‘devolverle a España la normalidad política’, lo que supone cumplir la Constitución, presentar y votar anualmente presupuestos, que el Parlamento pueda hacer su trabajo y que ‘la contratación pública no sea un bazar’ o ‘un botín que saquear por corruptos sin escrúpulos’. El objetivo del PP es llegar al Gobierno para ‘parar esta pesadilla, reparar lo destruido y que este país pueda prosperar’. Y el cambio, continuó, ‘no llegará solo por mero desgaste’ sino también por la ‘capacidad para dar esperanza’.
En su discurso tras revalidar la Presidencia del PP, Feijóo anunció diez tareas prioritarias en sus primeros 100 días de Gobierno, empezando por la regeneración democrática e institucional. Además, se comprometió a aprobar un Plan de Vivienda del PP en el primer Consejo de Ministros, revisar las 97 subidas de impuestos de Pedro Sánchez y bajarlos y volver a situar a la clase media como el motor del país. También defendió incrementar los médicos de familia, un Pacto Nacional del Agua, reducir la inmigración ilegal, reforzar la seguridad, clarificar la política de Defensa, y una Ley de Lenguas para que todos los niños españoles puedan ser educados en español. Además, aseguró que la renovación de las leyes del Consejo General del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional y del Fiscal General del Estado garantizarán que ‘no haya comisarios políticos nunca más’. ‘Queremos jueces y magistrados fuertes para fiscalizar el poder, como lo han hecho con nosotros’, apostilló. Feijóo defendió la igualdad entre hombres y mujeres sin que ésta sea ‘excluyente’ o ‘inquisitorial’. ‘Ya está bien de que algunos se arroguen el exclusivo derecho de hablar en nombre de las mujeres en público con las actitudes que luego tienen en privado’, manifestó, en alusión a las conversaciones machistas sobre prostitución que se han conocido en el llamado ‘caso Ábalos’. El líder del PP también se comprometió con la actualización de las pensiones para los mayores y con su viabilidad para los jóvenes, al tiempo que aseguró que la natalidad es una opción personal, pero ‘es un deber de país apoyar a quien decide dar el paso’. ‘España no puede ser un país sin niños, sin relevo y sin porvenir’, lamentó.
El presidente del PP aseguró que la primera tarea y la más urgente de todas ‘será lograr que lo sucedido en este período fatal sea un paréntesis’ en la historia de España. ‘No acepto que la nación española esté enferma y la esfera política española está enferma’, por lo que ‘es labor de todos contribuir a sanearla’. En su intervención, Feijóo recurrió a citas de los expresidentes Aznar, Rajoy, Felipe González y Adolfo Suárez, haciendo suyas unas palabras de este último: ‘Para mí la política ha sido una vocación, no una ambición’. Finalmente, desveló que la política exterior del PP dependerá de él en la Presidencia del partido y asumirá esa responsabilidad junto al diplomático de carrera y exsecretario de Estado Ildefonso Castro.