Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha manifestado que su partido está decidido a «prohibir» el uso del burka y el niqab, que solo permite la visibilidad de los ojos, en los espacios públicos, aunque ha mencionado que no se aplicará la misma medida al velo utilizado por las mujeres musulmanas para cubrir la cabeza y el cuello, conocido como hiyab.
«Toda aquella vestimenta que atente contra la dignidad de la mujer o contra la seguridad en espacios públicos debe de ser prohibida en nuestro país», expresó Feijóo, agregando que esto aplica al burka y al niqab. «Somos partidarios de prohibirlo», reiteró.
A diferencia de otros países europeos como Francia, que en 2010 fue el primero en prohibir el velo integral en lugares públicos como calles y parques, y luego seguido por Bélgica y Austria, España no cuenta con una prohibición similar. En Alemania, Países Bajos e Italia existen ciertas restricciones al respecto.
Recientemente, Junts se ha mostrado en contra del burka y el niqab, al igual que del uso de cualquier tipo de velo en menores en espacios de formación obligatoria, siguiendo la línea de Aliança Catalana. Vox, por otro lado, presentó una propuesta en el Congreso para prohibir el velo islámico y otros atuendos en todos los espacios públicos, incluyendo educativos y de salud.
«Nuestro posicionamiento en espacios públicos es prohibir el burka y el niqab, y el velo sí se puede utilizar porque no atenta contra la dignidad de la mujer ni atenta contra la seguridad en los espacios públicos», aclaró Feijóo al ser consultado sobre la iniciativa de Vox.
Respecto a la polémica de Jumilla, Feijóo enfatizó que «no se ha vetado a ninguna religión» y rechazó la acusación de discriminación. España, siendo un estado aconfesional, garantiza la libertad de culto, aseguró el líder del PP, criticando a Vox por su «confrontación» y «rentabilidad política electoral a corto plazo».
Finalmente, Feijóo subrayó la importancia de la libertad religiosa y la celebración de festividades religiosas según las leyes españolas, además de criticar al Gobierno por proteger más a los musulmanes que a los católicos, y cuestionó la hostilidad de Vox hacia los obispos y su postura sobre la libertad de culto.