En un reciente acto, el rey Felipe VI ha destacado la relevancia de la durabilidad de las instituciones, señalando que esta es el “aval de su prestigio y reflejo de su utilidad”, especialmente en el contexto de la próxima conmemoración del V Centenario del Consejo de Estado.
“Las instituciones permanecen”, declaró el rey durante la inauguración del pleno de la comisión que organizará el centenario, admitiendo que aunque la permanencia no es su meta principal, “acaba convirtiéndose en el mayor aval de su prestigio, el mejor reflejo de su utilidad”.
Felipe VI subrayó la importancia de celebrar el quinto centenario de esta entidad, fundada por Carlos I en 1526, que representa una pieza “tan singular, antigua y actual” en nuestra sociedad, y valoró su contribución “a nuestra historia y a nuestro presente y, por extensión, el valor de las instituciones como vías de nuestra convivencia democrática”.
El monarca expresó su preocupación por la falta de reconocimiento público de la rica trayectoria del Consejo, el cual es “el consejo más antiguo de Europa” y muy probablemente del mundo. Relató su propia experiencia al visitar el Consejo de Estado durante sus estudios de Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid, describiéndolo como un gran descubrimiento.
Por otro lado, Felipe VI ve el centenario como una “oportunidad para recordar el papel del Consejo en la consolidación de nuestras libertades democráticas”, coincidiendo este año con el cincuentenario de ese inicio. Hizo un llamado a los miembros de la comisión para que desarrollen un programa educativo, destacando que “explicar algo, en tiempos tan trepidantes como los nuestros, es un desafío enorme y complejo”.
Además, sugirió que el programa “cuente con representantes de todos los sectores e incorpore la dimensión europea e iberoamericana” y que se comunique de manera “clara e inclusiva, que es otro de los grandes retos del mundo del derecho en su relación con la ciudadanía”.











