La Fundación Fernando Buesa Blanco junto al Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) han hecho un llamamiento a la izquierda abertzale para que «cese la exaltación pública» de Juan Paredes Manot, ‘Txiki’, y Ángel Otaegi en el 50º aniversario de su ejecución por el régimen franquista. Aunque condenan estos actos del franquismo, recalcan que estas figuras de la banda terrorista «no merecen homenajes públicos».
En una declaración conjunta, ambas organizaciones también han solicitado a las entidades públicas de todos los niveles «que no promuevan ni respalden actos de homenaje a estas personas». Argumentan que, al igual que no se aceptarían tributos a víctimas de ETA que fueron perpetradores en el franquismo, tampoco deberían celebrarse a ‘Txiki’, Otaegi y los tres miembros del FRAP ejecutados en ese período. Resaltan que ninguno de ellos debe recibir homenajes públicos por haber sido parte de agrupaciones terroristas y cometer crímenes violentos.
Por otro lado, subrayan que «toda violencia, ya sea de una organización terrorista o del Estado, es inaceptable y debe ser condenada». Hacen hincapié en que la legitimidad de la violencia estatal solo se mantiene si se ejerce de acuerdo a la ley y con las garantías adecuadas. En este contexto, condenan tanto la violencia del régimen dictatorial como la de cualquier Estado que infrinja sus propias leyes.
Advierten que la exaltación de ‘Txiki’ y Otaegi por parte de la izquierda abertzale no se debe a su condición de víctimas del franquismo, sino a su pertenencia a ETA. Critican que este grupo no conmemore de igual manera a quienes resistieron pacíficamente al franquismo, ignorándolos deliberadamente. Según las víctimas, esto forma parte de una estrategia para validar retroactivamente a ETA como un movimiento de ‘resistencia’, lo cual consideran «rotundamente falso».
Finalmente, desde la Fundación Fernando Buesa Blanco y Covite exhortan a la izquierda abertzale a abandonar cualquier glorificación de ETA en los actos del ‘Gudari Eguna’ y demuestran que cualquier declaración que no se acompañe de acciones concretas no es más que «retórica vacía y puro cinismo».
