La vicepresidenta de Regeneración Institucional del Partido Popular, Cuca Gamarra, ha imputado a la antigua militante del PSOE, Leire Díez, de mentir descaradamente en su intervención en el Senado. Ha indicado que Díez no tomaba decisiones por su cuenta y exigía protección para Santos Cerdán, quien fuera secretario de Organización del PSOE, porque estaba protegiendo al presidente del Gobierno y al Partido Socialista.
En su intervención en la comisión de investigación del Senado, Díez ha rechazado tener alguna relación política, personal o de colaboración oficiosa con Santos Cerdán, negando haber intercambiado ni una sola palabra o tener contacto alguno con el líder del Ejecutivo, ni reuniones con Koldo García.
Desde la central del PP, Gamarra ha reiterado la acusación de falsedad de Díez en la cámara superior y destacó que ahora es conocido que Díez no solo se comunicó con Koldo García, sino que también se encontraron, le proporcionaba instrucciones, solicitaba discreción y exigía proteger a Santos Cerdán en representación de Ferraz.
Exigía protección para Cerdán porque estaba protegiendo al presidente del Gobierno y al Partido Socialista, afirmó Gamarra, destacando que Leire Díez no actuaba por libre, sino que su comportamiento es indicativo de cómo Sánchez busca la obstrucción a la Justicia y a las investigaciones judiciales para blindarse ante la corrupción.
DECLARACIÓN DE LA ESPOSA DE SÁNCHEZ ANTE EL JUEZ
Además, la dirigente del PP recordó que la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, deberá nuevamente que comparecer ante un juez el próximo miércoles para declarar en relación a nuevos delitos.
Ya son cinco los delitos por los que está siendo investigada la mujer del presidente del Gobierno, por los que está imputada en algunos de ellos, comentó, agregando que nunca antes ni la vida privada ni la vida institucional de un presidente habían coincidido en un espacio tan devastador para la imagen de España.
Gamarra enfatizó que el regreso de vacaciones del Gobierno implica la vuelta a los tribunales y la vuelta a las portadas por sus escándalos y reconoció que en España no se vive el arranque del curso político de un año más, sino la cuenta atrás de un Gobierno agotado.