El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado su apoyo a las acciones impulsadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para combatir la corrupción y ha subrayado la necesidad de aumentar los controles para prevenir estas conductas, reafirmando que todo el mundo es limpio hasta que se demuestre lo contrario.
García-Page comentó sobre la reciente aparición de Pedro Sánchez en el Congreso, después de firmar un convenio con Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, enfocado en la salud pública de áreas fronterizas.
El mandatario de Castilla-La Mancha destacó que todas las medidas que signifiquen mayores controles y mayores dificultades para la corrupción siempre son bienvenidas con la distancia suficiente, aunque admitió no haber seguido con detalle todo lo expuesto por el presidente del Gobierno.
Además, defendió la integridad de Pedro Sánchez, expresando: Yo creo que todo el mundo es limpio hasta que se demuestre lo contrario, y, en particular, por lo que yo conozco de él, por supuesto.
En cuanto a cómo estas nuevas medidas podrían afectar los apoyos parlamentarios, García-Page mencionó que el ambiente en el Congreso parece estar en constante suspense, percibiendo que los legisladores están alerta ante futuros desarrollos.
En otro momento, criticó a ciertos sectores de izquierda por minimizar la corrupción, mencionando curiosamente que algunos no consideran relevante la corrupción a menos que involucre a cuatro personas, destacando esta observación particularmente en el contexto del día.
García-Page también hizo hincapié en la honestidad de innumerables alcaldes y concejales que, sin remuneración, dedican su tiempo a la gestión municipal, luchando por sus comunidades y representando lo mejor de la política.
Finalmente, sugirió que quienes aspiren a tomar decisiones a nivel nacional deberían tener experiencia en la administración local, asegurando así que mantengan los pies sobre la tierra.