El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reivindicado que en la Junta de Comunidades llevan “muchos años sin que una persona” de su equipo “se haya visto en la situación de pisar un juzgado”. No obstante, ha advertido de que, si en algún momento se diera un caso de corrupción mientras él siga al frente del Ejecutivo autonómico, será “intransigente con el que meta la mano” y, llegado el caso, no dirá “nunca que no le conocía”.
Estas declaraciones las ha realizado durante la inauguración del nuevo centro de mayores de Tarancón, donde, sin citar nombres concretos, ha aludido a los presuntos casos de corrupción que afectan a personas vinculadas al PSOE en otros ámbitos.
En este contexto, ha lamentado que la política “se ha convertido en un basurero con el dinero de todos”, subrayando que en Castilla-La Mancha “tratamos de hacer las cosas limpiamente” y que a quienes actúan de forma deshonesta “los mandamos a la basura y, si es posible, a la cárcel”.
García-Page ha recalcado que “aquí no practicamos la política de mirar hacia otro lado y de a este señor no lo conocía de nada: nos esforzamos en ver si alguien ha hecho alguna trampa”, insistiendo en que es consciente de que “hay gente que te puede engañar, pero hay que estar con el ojo avizor”.
El presidente autonómico ha añadido que “todos los españoles nos sentimos robados cuando alguien roba lo que es de todos, pero en la inmensa mayoría de la política hay mucha gente decente, de todos los partidos”, y ha sostenido que quienes se apropian de ese dinero “roban también la imagen y la autoestima de los que creemos de la política”.