El Ejecutivo ha mostrado su desacuerdo con la resolución de Juan Carlos Peinado, juez del caso, de proponer un jurado popular para juzgar a Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, si finalmente se celebra un juicio oral por presunta malversación.
“Surrealista, se explica por sí solo”, declaró Pilar Alegría, portavoz gubernamental, durante un encuentro con periodistas en los corredores del Congreso en la jornada de control al Gobierno.
Por su parte, Félix Bolaños, ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, también censuró la decisión del magistrado, afirmando que “sin duda un tribunal imparcial pondrá las cosas en su sitio” y mostró su confianza en el sistema de recursos español, que describió como “muy garantista”.
Bolaños recordó una situación similar con Juan Carlos Peinado, quien intentó abrir un caso contra él mismo por la contratación de la asesora de Gómez en Moncloa, pero fue detenido por el Tribunal Supremo.
Además, el juez ha notificado a Gómez, junto a su asesora Cristina Álvarez y al delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín Aguirre —todos implicados en la investigación— que deberán presentarse este sábado a las 18.00 horas para recibir formalmente la decisión de proceder con un jurado popular.
Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda, ha expresado su descontento con Peinado sugiriendo irónicamente que “llamen a los de la calle Ferraz para el jurado popular”, en alusión a los manifestantes anti-PSOE y Gobierno que se han reunido frente a la sede del partido. Del mismo modo, Fernando Grande Marlaska, ministro del Interior y también juez, prefirió evitar el tema diciendo: “Me gustaría hablar de cosas serias”.