El Gobierno ha decidido invertir más de 500 millones en tecnologías de comunicación para las Fuerzas Armadas en contextos de la OTAN, la Unión Europea (UE) y otras organizaciones internacionales en las que España tiene participación, así como a nivel nacional; además de munición para vehículos de combate destinados al Ejército de Tierra y la Armada con el fin de «cumplir los compromisos internacionales adquiridos».
En una reciente sesión, el Consejo de Ministros ha ratificado un acuerdo valorado en 258,44 millones de euros para la contratación de servicios e infraestructuras de telecomunicaciones de la Infraestructura Integral de Información para la Defensa (I3D) en el país y en zonas de operaciones. Este acuerdo tendrá una vigencia de tres años, con la opción de extenderse un año adicional.
Desde el Ministerio de Defensa se ha destacado que estos servicios e infraestructuras son «necesarios» para asegurar «una comunicación de calidad» entre sus ubicaciones y usuarios, sin importar su localización geográfica, asegurando una comunicación continua, segura y eficaz en el ámbito operativo de las Fuerzas Armadas en la OTAN, la UE y otras organizaciones internacionales en las que España participa.
Adicionalmente, se ha aprobado un contrato por más de 36,34 millones de euros para mejorar la ciberresiliencia de las capacidades de comunicaciones inalámbricas seguras y la comunicación mediante enlaces troposféricos dentro de la Infraestructura Integral de Información para la Defensa, con una duración hasta el 10 de diciembre de 2025.
Este contrato busca fortalecer la infraestructura relacionada con los sistemas y tecnologías de la información y las comunicaciones para mejorar la ciberresiliencia y ciberseguridad de las capacidades militares de comunicaciones inalámbricas seguras, actuando como infraestructura de contingencia nacional.
Por otra parte, se han destinado 19,83 millones de euros para la compra de cifradores militares para el despliegue de sistemas clasificados en entornos sin condiciones ‘TEMPEST’, con un acuerdo que también finalizará el 10 de diciembre de 2025.
Asimismo, se ha destinado 18,73 millones de euros para la adquisición de tres sistemas de búsqueda y seguimiento por infrarrojos – director electroóptico para la defensa de puntos, con un periodo de tres años sin posibilidad de prórroga, que facilitará «enfrentar con garantías las amenazas de la proliferación de los drones tanto aéreos como de superficie y de sistemas lanzacohetes en los buques de la Armada que participan en la Operación Atalanta».
Además, se invertirán casi 170 millones de euros en municiones para el Ejército de Tierra y la Armada, divididos en dos contratos, uno de 86,05 millones y otro de 83,47 millones de euros, ambos con un periodo de cuatro años y posibilidad de prórroga de dos años más.
Estas municiones están destinadas a la adquisición de munición de 105 milímetros contra carro y de 30×173 milímetros para Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8×8 Dragón, esenciales para el desarrollo de ejercicios tácticos y mantenimiento de la operatividad, permitiendo que «España pueda cumplir los compromisos internacionales adquiridos» y garantizando la instrucción y adiestramiento de las unidades.
Finalmente, el Gobierno también ha aprobado un acuerdo de 22,66 millones de euros para el suministro de sistemas de simulación para la instrucción y el adiestramiento táctico de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con una duración de cinco años y sin posibilidad de prórrogas. Este proyecto permitirá adquirir experiencia en el manejo de drones, vehículos y máquinas de ingenieros en un entorno controlado, «contribuyendo significativamente a la reducción de riesgos y mejorar la seguridad durante las operaciones reales».