Pedro Fernández, delegado del Gobierno en Andalucía, ha desmentido «radicalmente» cualquier tipo de «obstrucción» por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, relacionada con la investigación de la muerte de dos guardias civiles el año pasado en Barbate, Cádiz. Fernández también ha opinado que el informe de la misión europea que visitó España «está politizado».
«La comisión de peticiones del Parlamento europeo, de carácter europeo, no está directamente relacionada con el Campo de Gibraltar, Cádiz ni Andalucía, y cabe destacar que se planteó la posibilidad de considerar eurodelito cualquier ataque contra agentes de cualquier país miembro de la Unión Europea», explicó Fernández a los medios.
El informe de la delegación de eurodiputados, que incluyó críticas del PP y Vox hacia el Gobierno por la tragedia de los agentes en Barbate, mencionó que el Gobierno «retiró pruebas claves antes de la visita de la delegación», refiriéndose a la patrullera involucrada en los sucesos de la ciudad por el choque con una narcolancha, según declaró el eurodiputado de extrema derecha Fabrice Leggeri y los españoles Mireia Borrás y Juan Carlos Girauta, ambos de Vox.
«Esta decisión constituyó un grave obstáculo para la transparencia y el objetivo de la investigación de la misión», afirmaron los eurodiputados. No obstante, Fernández aseguró que «quedó meridianamente claro cuál es la situación» y destacó el compromiso del Gobierno con la mejora continua para proteger la seguridad de los agentes.
Además, señaló que el informe europeo, que concluye con cinco recomendaciones, recibió cerca de 30 enmiendas, aceptándose solo unas pocas. Fernández reiteró el «compromiso absoluto del Gobierno de España para actualizar las necesidades y circunstancias operativas» de las fuerzas de seguridad en su lucha contra el narcotráfico.