El 22 de noviembre de 1975, a las 12:30, Juan Carlos de Borbón fue oficialmente coronado como Rey de España, marcando el retorno de la monarquía tras casi 40 años de régimen franquista. Este evento culminaba un proceso que había comenzado años atrás, cuando Franco y el padre de Juan Carlos, el Conde de Barcelona, alcanzaron un acuerdo crucial.
«Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España», declaró al ser proclamado monarca frente a las Cortes franquistas en una ceremonia solemne, solo dos días después de la muerte de Franco. A su lado, se encontraban la entonces princesa Sofía y sus tres hijos: el actual rey, Felipe VI, y las infantas Elena y Cristina. En aquel momento histórico, la corona reposaba sobre un cojín en el Congreso, simbolizando su presencia y significado.
Juan Carlos, quien previamente había sido designado Príncipe de España por Franco, juró «por Dios y sobre los Santos Evangelios cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales del reino y guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional». Durante su discurso, hizo un llamado a la generosidad y comprensión del futuro basado en un consenso de concordia nacional, reconociendo las peculiaridades regionales dentro de la unidad del reino.
El inicio de su reinado fue también una oportunidad para reivindicar su legado, destacando en sus memorias, publicadas recientemente en Francia, que su papel fue clave para la transición de España hacia una democracia parlamentaria. «La democracia no cayó del cielo», afirmó, atribuyendo su posición al respeto que tenía por Franco, quien en sus últimos momentos le instó a mantener la unidad del país.
La historia de Juan Carlos I como sucesor comenzó mucho antes, en 1948, cuando su padre se reunió con Franco para acordar su educación en España. Este acuerdo se consolidó en 1969 cuando Franco lo nombró oficialmente su sucesor. A pesar de las complicaciones familiares y políticas, Juan Carlos aceptó, consciente del servicio y amor a España que su padre le había inculcado.
La proclamación de Juan Carlos como rey fue seguida por una serie de eventos que consolidaron su posición, incluyendo una misa en la Iglesia de los Jerónimos con la presencia de líderes internacionales, y actos en el Palacio Real que celebraron su entronización.
