Este martes, Idoia Ribas, diputada de Vox, ha manifestado que se ve obligada a abandonar el partido, ya que desea “seguir avanzando en libertad” y en la asociación Avanza en libertad.
“Dije que no me iría del grupo a no ser que el hostigamiento continuase tras mi baja del partido. Como así es, no me queda más remedio que irme”, expresó Ribas en su cuenta de X, señalando que no ha sido ella quien ha “provocado” esta situación.
“Así lo han querido los actuales dirigentes de un partido que echa a la gente o la obliga a irse”, criticó, acusando a Vox de “maltratar” a muchos de sus representantes electos y de “evitar gobernar en autonomías y renunciar a aplicar su programa”.
“Cada cual sabrá si esa es la opción que quiere para España. Yo no la quiero, prefiero seguir avanzando en libertad”, declaró en su perfil de la red social.
Ribas también ha imputado a los medios de comunicación por difundir falsedades y ha negado haber iniciado un conflicto con Manuela Cañadas, su excompañera de partido. “Es otro ejemplo de la campaña de difamación pública que sufro desde hace más de un año por parte de Vox y de la portavoz de mi grupo parlamentario, que me atacó cuando supo que otro diputado dijo que yo tenía más principios”, enfatizó.
Adicionalmente, ha declarado que Cañadas “empezó a decir” que ella carecía de principios “y que no debería estar ahí”, a lo que Ribas respondió “que si no debo estar en el Parlament podía llamar a los ujieres para echarme”. “Así empezó una discusión que no oyó ningún periodista y que ha sido convenientemente filtrada por el propio grupo”, aclaró.