Un A330 del Ejército del Aire y del Espacio, en el que viajaba la ministra de Defensa, Margarita Robles, rumbo a la base aérea de Siauliai en Lituania, ha experimentado en la mañana de hoy un intento de perturbación de su sistema GPS mientras sobrevolaba Kaliningrado este miércoles.
El incidente, que buscaba desactivar el GPS del avión militar, no tuvo consecuencias gracias a que la aeronave estaba equipada para recibir señales de un satélite militar. En este sentido, uno de los comandantes presentes en el avión confirmó a la prensa que ataques como este son intentos comunes en la zona que tratan de afectar tanto a vuelos civiles como a vuelos militares.
A bordo, además de la ministra, se encontraban familiares del personal del Destacamento VILKAS y periodistas. En la agenda de Robles se incluía una reunión con la ministra de Defensa de Lituania, en un esfuerzo por fortalecer la cooperación con la OTAN y contrarrestar las acciones de Rusia.
No es el primero
A principios de mes, el avión en el que viajaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue blanco de otra supuesta interferencia rusa que habría desactivado los servicios de navegación GPS cuando se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Plovdiv (Bulgaria).
Según adelantó el ‘Financial Times’ y, las autoridades búlgaras informaron a Bruselas de que sospechaban que esta «flagrante interferencia» que afectaba al vuelo chárter en el que viajaba Von der Leyen fue perpetrada por Rusia.
«Podemos confirmar que se produjo una interferencia en el GPS, pero el avión aterrizó sin incidentes», señaló la portavoz comunitaria Arianna Podesta, quien ha recalcado que «este incidente subraya la urgencia del actual viaje de la presidenta» a los Estados miembro que lindan con Rusia y Bielorrusia.
En cualquier caso, la portavoz precisó que «el avión aterrizó sin incidentes en el lugar previsto inicialmente» y que, por tanto, «no se produjo ningún cambio de ruta».
«Somos muy conscientes de que las amenazas y la intimidación son un componente habitual de las acciones hostiles de Rusia. Esto reforzará aún más nuestro compromiso inquebrantable de aumentar nuestras capacidades de defensa y nuestro apoyo a Ucrania», ha remachado.
El Gobierno de Bulgaria, por su parte, confirmó los hechos, señalando que durante el vuelo a Plovdiv el avión sufrió la neutralización de su sistema de navegación GPS y, «para garantizar la seguridad», los servicios de aviación civil plantearon otros métodos de navegación terrestres que permitieron «un aterrizaje seguro y fiable».
El Ejecutivo búlgaro ha aclarado en un comunicado que en ningún momento fue necesario desviar el vuelo, cuyo aterrizaje estaba programado en ese mismo aeropuerto conforme al programa acordado con anterioridad con la Comisión Europea.
Tácticas reiteradas
Por su lado, la portavoz comunitaria de transportes, Anna-Kaisa Itkonen, ha añadido que se han observado «bastantes actividades de interferencia y suplantación, especialmente en el flanco oriental de Europa, la región con más casos a nivel mundial».
De hecho, el pasado mes de junio, un grupo de 13 Estados miembro remitió una carta a la Comisión Europea en la que alertaba sobre este problema y pedía soluciones al respecto.
«Se está convirtiendo en algo casi cotidiano y con graves repercusiones en el transporte marítimo y aéreo y, obviamente, también en la economía», ha reconocido la portavoz, quien ha explicado que Bruselas ya trabaja en un plan específico para la aviación en cooperación con la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus sigla en inglés) y con Eurocontrol, así como con los gobiernos europeos, los proveedores de servicios de navegación aérea y la industria manufacturera.
Además, otra de las medidas de la Comisión para hacer frente a la situación es sancionar a varias empresas que han liderado actividades relacionadas con la interrupción de la señal GPS.










