Este miércoles, las fuerzas armadas de Israel han interceptado en aguas internacionales a los nueve barcos de la Flotilla de la Libertad, que incluía a ocho españoles y buscaba llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Este incidente ocurre días después de un asalto similar contra la Global Sumud Flotilla que también intentaba alcanzar las costas del enclave palestino.
La acción ha sido denunciada inicialmente como un “ataque e interceptación ilegal” a las 4.34 horas (hora local) contra tres de sus barcos —’Gaza Sunbirds’, ‘Alaa al Najajr’ y ‘Anas al Sharif’, nombrado así por el periodista asesinado en agosto junto a otros cuatro compañeros de Al Yazira en un ataque de Israel— a 120 millas náuticas (aproximadamente 220 kilómetros) de Gaza.
Posteriormente, se informó que a las 7.45 horas (hora local) “el resto de los veleros de ‘Thousand Madleens’ y el barco ‘Conscience’ también fueron asaltados en aguas internacionales”, a una distancia de 110 millas náuticas (unos 204 kilómetros) de la costa gazatí.
Entre los abordados se encontraban “médicos, periodistas y funcionarios electos”, quienes han sido “secuestrados” por las tropas israelíes, incautándose además ayuda humanitaria valorada en más de 110.000 dólares (cerca de 94.720 euros) en “medicamentos, equipos respiratorios y suministros nutricionales destinados a los hospitales necesitados de Gaza”.
“Su paradero sigue siendo desconocido”, se resalta en un comunicado, subrayando que la tripulación iba desarmada en una misión humanitaria para entregar ayuda a Gaza, que lleva más de dos años bajo ofensiva militar israelí tras los ataques del 7 de octubre de 2023, incluyendo severas restricciones al reparto de ayuda a los civiles.
David Heap, del Comité Directivo de la Coalición de la Flotilla de Canadá y la Flotilla de la Libertad, ha recordado que “Israel no tiene autoridad legal para detener a voluntarios internacionales a bordo de estos barcos”. “Esta incautación viola descaradamente el Derecho Internacional y desafía las órdenes vinculantes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que requieren un acceso humanitario sin obstáculos a Gaza”, ha declarado. “Nuestros voluntarios no están sujetos a la jurisdicción israelí y no pueden ser penalizados por entregar ayuda o impugnar un bloqueo ilegal. Su detención es arbitraria, ilegal y debe terminar de inmediato”, ha concluido.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores israelí ha comunicado a través de la red social X que “las embarcaciones y los pasajeros fueron trasladados a un puerto israelí”, asegurando que “todos” los a bordo se encuentran en “buen estado de salud” y serán deportados “rápidamente”. En el mismo mensaje, ha indicado que “otro intento inútil de romper el bloqueo naval legal y entrar en una zona de combate terminó sin resultados”.
Finalmente, la Global Sumud Flotilla ha denunciado en Instagram que los barcos de la nueva iniciativa “fueron interceptados ilegalmente por las fuerzas de ocupación israelíes”. “Los participantes, trabajadores humanitarios, doctores y periodistas de todo el mundo, han sido secuestrados contra su voluntad y están siendo retenidos en condiciones desconocidas”, ha alertado.
La situación ha llevado a pedir una “intervención temprana de gobiernos y embajadas”. “Una cosa que aprendimos de los abusos y encarcelamiento que experimentaron durante la pasada semana los participantes en la Global Sumud Flotilla es lo vital que es una intervención temprana de las embajadas. Los gobiernos deben actuar ahora, el silencio permite los abusos”, se ha esgrimido, antes de pedir a la población que “pida a embajadas y gobiernos que demanden condenas a estas violación del Derecho Internacional, la liberación de todos los participantes y el fin del cerco ilegal y el genocidio de Israel contra el pueblo palestino”.