Política

Javier Calvo reivindica el periodismo de agencia frente al activismo: Estuve en mil batallas, pero nadie me vio

Javier Calvo defiende el periodismo de agencia, critica el activismo en la profesión y recibe el Premio Josefina Carabias en el Congreso.

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Javier Calvo reivindica el periodismo de agencia frente al activismo: Estuve en mil batallas, pero nadie me vio

Javier Calvo reivindica el periodismo de agencia frente al activismo: Estuve en mil batallas, pero nadie me vio

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El responsable de Información Parlamentaria de Europa Press, Javier Calvo, ha defendido este martes el trabajo discreto del periodismo de agencia y ha arremetido contra quienes ejercen la profesión desde el "activismo" y con "mala educación". "Estuve en mil batallas, pero nadie me vio" podría ser mi epitafio profesional", ha señalado tras recibir el Premio Josefina Carabias de manos de la presidenta del Congreso, Francina Armengol.

La Mesa del Congreso ha distinguido con este premio, concedido por unanimidad y a propuesta de la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), la trayectoria de Calvo, que cubre de forma continuada la actividad del Congreso desde el año 2000. En 2009 ya fue reconocido con el galardón 'Luis Carandell' a cronista parlamentario, otorgado por el Senado.

Durante su intervención, el periodista ha expresado su gratitud a la Mesa del Congreso --cuyos miembros en su mayoría han asistido al acto, al que también ha acudido el portavoz del Grupo Socialista, Patxi López-- por poner en valor el "discreto y silencioso trabajo de las agencias de noticias". Ha aprovechado para citar a las demás "agencias hermanas" que informan diariamente desde la Cámara Baja.

NUESTRA FIRMA ES EL COLECTIVO

"Solemos pasar inadvertidos, no tenemos nombre propio, ni se nos ve en televisión ni se nos escucha en la radio. Nuestra firma es el colectivo, prevalece la imagen de marca por encima de la persona. 'Estuve en mil batallas, pero nadie me vio', podría poner en mi epitafio profesional", ha resumido el premiado.

Ha incidido, no obstante, en que esa ausencia de protagonismo no implica "estar desenfocados": "Somos la base de la pirámide informativa, a veces la zona cero de la noticia", ha afirmado, recordando que la mirada de las agencias alcanza "todas las dependencias del Congreso". "Somos periodistas de agencia y nos dedicamos a contar noticias, ni más ni menos, tan sencillo como complicado", ha añadido.

Calvo ha aprovechado el galardón para marcar distancias con otros perfiles profesionales: "Ahora que ya no pueden dar marcha atrás con el premio, puedo reconocer que yo no soy analista, ni comunicador, ni tertuliano, ni transcriptor, ni un gabinete de prensa, ni mucho menos un activista, que eso de estar siempre en posesión de la verdad absoluta debe de ser algo cansadísimo", ha ironizado.

"TAHÚR DEL MISISIPII HOY SERÍA UN GUIÑO CÓMPLICE"

También ha dedicado parte de su discurso a los representantes políticos, a los que ha situado en "las procelosas aguas de hipérbole". "Hace décadas un diputado de la oposición llamaba "tahúr del Missisipi" a un presidente del Gobierno; aquello entonces era gravísimo, pero hoy sería un guiño cómplice", ha comentado con humor, rememorando la expresión que el socialista Alfonso Guerra dirigió al expresidente Adolfo Suárez.

El periodista ha lamentado que, en los últimos años, los matices "han ido retrocediendo despavoridos ante la ofensiva de improperios lanzados desde distintas bancadas" y ha enumerado algunos de los insultos que se escuchan en el hemiciclo: "Hipócrita, fascista, golpista, traidor, mafia, corrupto, franquista, mentiroso o el ¡hay que aplastarlos!". "¿Pero dónde trabajo yo? Si nunca tuve valor para ser corresponsal de guerra", ha deslizado con sorna.

Asimismo, ha denunciado que ese ambiente crispado, "amplificado por las redes sociales", termina trasladándose también a las salas de prensa: "Cuando una pregunta empieza por un "¿No le da vergüenza? es que ya estamos en otra cosa. No se busca tanto sacar información como sacar los colores al orador. No se quiere obtener una noticia, qué ordinariez, sino un vídeo para difundir en redes la falta de respuesta", ha criticado, rechazando la idea de que "para ser buen periodista hay que ser maleducado o incluso impertinente".

En este punto, ha recordado el lema que preside su lugar de trabajo: "En nuestras cabinas tenemos colgado el lema en un cartel: "Esto es una agencia de noticias". Simple y rotundo. Que nadie se confunda. Eso no nos libra de que un día se nos encuadre en la fachosfera y que al día siguiente se nos tache de terminal sanchista. Reconozco que ser ambas cosas al mismo tiempo sería un prodigio, pero obviamente no somos así", ha abundado Calvo.

BUEN HUMOR E IRONÍA FRENTE A COMPETITIVIDAD TÓXICA

El periodista ha defendido además el "buen humor y la ironía" como herramientas necesarias en el ejercicio del oficio, convencido de que "la profesionalidad bien entendida no implica una competitividad tóxica". Ha subrayado que la esencia del periodismo y "probablemente también de la política" reside en "escuchar".

"Y escuchar exige prestar atención, no basta con oír. Por supuesto se trata de escuchar a la otra persona, no escucharse a sí mismo, que es algo que se ve con frecuencia por estos lares, tanto en el hemiciclo como en la sala de prensa", ha señalado ante los asistentes, en calidad de maestro de periodistas.

En esta línea, ha recalcado que "más allá del 'parole, parole'", lo realmente "trascendente" para la ciudadanía es "lo que está escrito negro sobre blanco, y lo que vota cada quién al respecto", precisamente lo que las agencias intentan trasladar al público, contextualizando lo que ocurre y 'traduciendo' las intervenciones de los cargos públicos.

"El resultado debe ser explicado con sencillez y naturalidad, porque nos dirigimos a personas que no están familiarizadas con la actividad parlamentaria y que no se merecen ser castigadas con neologismos ni tecnicismos. Informar no debe requerir códigos encriptados. Por supuesto que nuestro trabajo periodístico está basado en hechos, documentos y testimonios tratados con rigor, porque si no, no sería periodístico, sería otra cosa", ha enfatizado.

FUNCIÓN DE SERVICIO PÚBLICO

Para Calvo, la crónica parlamentaria "cumple una función social añadida y hasta de servicio público". "Se trata de hacer sencillo lo complejo y divulgar su trabajo, para que la política y la actividad parlamentaria, en las que sigo creyendo, atraigan el interés de la sociedad, lleguen a la ciudadanía y, de paso, se refuercen los cimientos de la democracia", ha defendido.

Francina Armengol, por su parte, ha puesto en valor el papel de las agencias de noticias, "a veces las más olvidadas", pero que, a su juicio, resultan "absolutamente fundamentales" para hacer llegar la información a todos los medios, con contenidos "trabajadas, rigurosas y en tiempo inmediato".

La presidenta del Congreso ha insistido igualmente en la relevancia del periodismo en los sistemas democráticos, al considerar que "sin un buen periodismo no hay democracia".