El exministro y expresidente de Red Eléctrica, Jordi Sevilla, ha avanzado en una entrevista con Europa Press que a partir de enero hará público un manifiesto con el que el movimiento que encabeza quiere iniciar la construcción de una alternativa de corte socialdemócrata dentro del PSOE, frente a la deriva que considera “podemita” bajo el liderazgo de Pedro Sánchez.
Sevilla ha relatado que, cuando puso en marcha este proceso, su propósito era lanzar una “recuperación para la socialdemocracia del PSOE”, que, según ha recordado, ha sido la “tradición” histórica del partido y le ha proporcionado buenos resultados. Ha subrayado que el PSOE sigue siendo su casa y que no pretende, como algunos le han reprochado, “montar otro tipo de partido”, ni se ha pasado al PP. “Siempre habrá algún tonto o tonta que diga eso, pero no es eso”, ha puntualizado.
En estos momentos trabaja con la idea de presentar ese manifiesto tras las fiestas navideñas, de forma que sirva de punto de partida para articular la alternativa que plantea. El texto será un “documento inicial de declaración de principios”, en el que quiere dejar claro que “el objetivo de todo esto es recuperar al PSOE para una política socialdemócrata”, ya que considera que en los últimos años se ha hecho una política más “populista” que socialdemócrata.
“Estoy intentando que en torno a ese manifiesto haya un número suficiente de voces experimentadas y valoradas dentro del PSOE”, pero también “con voces jóvenes que están queriendo luchar todavía por su futuro político y por el futuro político de España”, ha señalado el exministro. Para ello mantiene conversaciones con “mucha gente” y percibe “receptividad”, aunque también detecta “prevención”, porque, aunque muchos comparten su diagnóstico, dudan de que sea el momento adecuado para dar el paso, en un contexto de “resignación” y de militantes “tirando la toalla” por haber perdido la ilusión.
Un proyecto a medio plazo condicionado por los resultados electorales
Sevilla asume que “estas cosas necesitan su tiempo” y que su objetivo es presentar una alternativa “en positivo”, capaz de “echar a rodar una bola de nieve” que crezca “conforme pase el tiempo” y se concrete en un proyecto que se mantenga “como mínimo hasta el Congreso” del PSOE. A su juicio, todavía existen “demasiadas incógnitas” como para adoptar decisiones “tajantes” ahora mismo, por lo que prefiere ir valorando la situación “por lo menos quincenal o mensualmente, en función de cómo vaya evolucionando”.
Está convencido de que los resultados de las próximas citas con las urnas, incluida la derrota en Extremadura y las siguientes elecciones autonómicas en Aragón, Castilla y León y Andalucía, irán “moviendo el terreno” y modificando “las percepciones” y “las urgencias”. También considera determinante cómo se gestione el relevo de María Jesús Montero en la Vicepresidencia primera y el desenlace de las elecciones andaluzas. A su entender, no tendría el mismo impacto una derrota de la vicepresidenta primera que la de un candidato menos conocido, como el de Extremadura.
Pese a ello, Jordi Sevilla se declara “muy pragmático”: “si nos plantamos en el verano y esto no ha tirado para adelante” dará “adiós muy buenas”. Sería, ha afirmado, “otro intento fallido de hacer algo y santas pascuas”. “Yo no vivo de esto ni voy a vivir de esto”, ha insistido.
Rechazo a un choque generacional y crítica a la ‘podemización’ del PSOE
Desde el inicio, Sevilla asegura que ha tenido claro que no quiere reproducir un enfrentamiento entre generaciones, como el que se vivió en Suresnes. “Los jóvenes de Suresnes se cargaron en el sentido político a los viejos de Suresnes. No me gustaría que ahora fuera que los viejos de ahora quieren volver. No, no, esa dinámica a mí no me parece que sea la correcta”, ha advertido, remarcando que su intención es que sean los jóvenes quienes “tiren del carro”.
Ha explicado que su propuesta de levantar una “alternativa socialdemócrata” en el Partido Socialista responde a que, a su juicio, el PSOE se ha ‘podemizado’ desde que Pedro Sánchez se dio el “abrazo” con Pablo Iglesias, cerró el pacto del Gobierno de coalición y dejó de aplicar políticas genuinamente socialdemócratas. Además, sostiene que “éste no es el Sánchez” con el que él trabajó y censura que aceptara la “amnistía” —“lo hizo Sánchez por su cuenta de la noche a la mañana”— pese a haberla rechazado previamente, así como los acuerdos con Bildu, formación con la que dice no tener “nada que ver”.
Un partido convertido en “club de fans” y sin contrapesos internos
Sevilla critica igualmente que el PSOE se haya configurado como una estructura de “club de fans” de Pedro Sánchez, al que advierte de que estas bases de apoyo “dejan de ser el club de fans al día siguiente”, como, según recuerda, sucedió con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. En esta línea, denuncia la ausencia de contrapesos en el Comité Federal, en la Ejecutiva y en las federaciones, porque Sánchez ha situado a ministros al frente de ellas para “controlarlas”.
“Eso es una situación, algunos le llaman de cesarismo, que no habíamos visto nunca en un partido socialdemócrata”, ha señalado, haciendo también autocrítica al recordar que quienes, como él, defendieron las primarias no contemplaron la posibilidad de que pudiera existir un secretario general “sin ningún contrapeso”.
De corriente interna a movimiento amplio con vocación mayoritaria
Ante este escenario, Jordi Sevilla barajó inicialmente la creación de una corriente interna en el PSOE —la de Izquierda Socialista es la única reconocida—, pero admite que “las condiciones para crear esta corriente interna no están hechas para hacerlo fácil, sino que todo lo contrario”. Tras dialogar con numerosos compañeros, comprobó que buena parte del público al que quiere dirigirse con este “proyecto de recuperar al PSOE para la socialdemocracia” había abandonado el partido, había sido expulsado o se trataba de votantes y simpatizantes sin carné.
Por ese motivo decidió ampliar el alcance y transformarlo en un movimiento abierto a militantes y simpatizantes, con la premisa de no ir “contra nadie”, sino “a favor de recuperar la socialdemocracia para el PSOE, y por tanto recuperar un proyecto ilusionante”. Un proyecto que, ha añadido, aspira a ser “mayoritario en el país”.
“Si funciona lo que yo tengo en la cabeza, vamos a ir discutiendo y ofreciendo propuestas y alternativas a los principales problemas del país, como por ejemplo la pobreza infantil”, ha indicado, mostrando su indignación porque España figure entre los Estados de la UE con una de las tasas más elevadas. “Miro a mi Gobierno, digo, pero ¿qué estáis haciendo? ¿En qué estáis? Y entonces están en las cosas de Puigdemont, en las cosas de Podemos, en las cosas de otros, menos en las cosas de la socialdemocracia”, ha exclamado.
Balance económico y crítica al reparto de rentas
En el plano económico, sostiene que a quien “más le ha rentado este Gobierno es a las rentas del capital, a los más ricos”, utilizando la misma expresión que Pedro Sánchez cuando afirmó que a la ciudadanía le “renta” este Ejecutivo. Según Sevilla, las rentas salariales solo habrían avanzado en tercer lugar, lastradas además por la subida de impuestos derivada de no deflactar la tarifa del IRPF.
Recuerda que el Ibex 35 atraviesa uno de sus mejores momentos en España y se muestra convencido de que un gobierno socialdemócrata se alegraría de ello porque, con esos recursos, “reparte y acaba con la pobreza infantil”. Sin embargo, lamenta que esa redistribución no se esté produciendo.