Este lunes, en un solemne acto celebrado en el Pazo de Raxoi, Leonor de Borbón, la Princesa de Asturias, fue honrada con la Medalla de Oro de Galicia, la más alta condecoración de esta comunidad. Durante el evento, la princesa expresó su conexión con la región, afirmando sentirse como ‘una gallega más’ y destacando que ‘aquí está su hogar, donde acaba el mar’.
A las 10:30 de la mañana, Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, junto a su gabinete, recibió a la princesa bajo un brillante sol en la plaza del Obradoiro, donde se congregaron cientos de personas para presenciar el momento. Acompañada por una comitiva oficial y una banda de gaiteiros liderada por Marco Foxo, la princesa se dirigió al Pazo.
El evento contó con la interpretación del himno nacional a gaita y concluyó con el himno gallego. Diego Calvo, conselleiro de Presidencia, fue el encargado de leer el acuerdo de concesión de la Medalla.
Durante su discurso, Rueda resaltó que entregar esta Medalla es ‘un privilegio y un acontecimiento excepcional’. Recordó que Leonor pronto concluirá su formación en la Academia de la Armada, siguiendo la tradición de su abuelo y su padre. Según él, la Medalla simboliza ‘el cariño, la adhesión y la lealtad sincera de la gente de Galicia hacia su persona y la Corona’.
MENCIÓN A LA EMIGRACIÓN GALLEGA
La princesa, ataviada con su traje de guardamarina, hizo referencia a la ‘profunda y fértil’ influencia de Galicia en América y mencionó a ‘aquellos gallegos que trabajaron en la construcción del Canal de Panamá’ o que emigraron a Brasil o Uruguay, donde ‘a los españoles los llaman gallegos’.
‘En Galicia se alcanzaba el antiguo ‘finis terrae’ y, desde sus costas, los gallegos han abrazado los confines de la tierra. Y hoy, con su milenaria historia y su alma compostelana, recibe y acoge en peregrinación a personas de todo el mundo. Hoy Galicia es tierra de acogida y puedo dar fe porque me sentí como una gallega más’, agradeció la princesa.
Leonor también rememoró su ‘intensa y exigente’ vida en la ría de Pontevedra, disfrutando del ‘buen ambiente y comida, sobre todo en los furanchos’ y agradeció a los 75 guardamarinas de su promoción y a los de otras promociones con quienes compartió tiempo en Marín desde aquel 29 de agosto del año pasado.
Después de recibir el título de hija adoptiva de Marín, la princesa afirmó: ‘Nos queda muy poco para separarnos, pero no voy a tener morriña alguna porque a Galicia quiero volver siempre. O como escuché al entrar en la ría de Ferrol, aquí está mi hogar, donde se acaba el mar’, citando la canción ‘Ferrol’ de Los Limones.
El acto culminó con la firma de la princesa en el Libro de Oro y la entrega de regalos representativos de la cultura gallega, incluyendo joyería tradicional elaborada por la artesana Susi Gesto.











