El próximo 1 de septiembre, la Princesa Leonor comenzará su formación en la Academia General del Aire ubicada en San Javier, Murcia, donde se someterá a un estricto régimen y un intenso programa académico, incluyendo horas de práctica en simuladores antes de pilotar el avión de entrenamiento Pilatus junto a un instructor.
El día se inicia a las 6.30 con el toque de diana, seguido de clases que comienzan a las 7.40 después del desayuno y se extienden hasta las 15.00. Tras un descanso, las actividades se reanudan a las 16.00 y finalizan a las 18.00. Los estudiantes luego tienen tiempo libre, que pueden aprovechar para salir de la escuela o estudiar, hasta las 22.15. La cena se sirve a las 20.30 y el silencio nocturno inicia a las 22.30.
La princesa Leonor ya ha experimentado la disciplina militar en la Academia General del Ejército de Tierra y la Escuela Naval Militar, y ahora como alumna de cuarto curso en San Javier, ya ha sido promovida al rango de alférez.
NO HAY PLAZO PARA QUE PUEDA VOLAR EN SOLITARIO
‘El principal desafío este curso para la hija mayor de los Reyes será su instrucción para pilotar’, indica el coronel Luis González Asenjo, director de la academia, quien prefiere no establecer un calendario sobre cuándo la Princesa Leonor podría realizar su primer vuelo acompañada ni si finalmente pilotará sola.
El entrenamiento comienza con clases teóricas seguidas de sesiones en un simulador de entrenamiento basado en computadora (CBT) que, a través de tres pantallas, introduce a los estudiantes al instrumental de vuelo. Posteriormente, la instrucción avanza al simulador FTD (Full-flight Training Device), que reproduce casi a la perfección la cabina del Pilatus y proporciona una visión de 180 grados.
AVIONES NUEVOS
En San Javier, el entusiasmo es notable respecto a los nuevos aviones de entrenamiento Pilatus PC-21, que han reemplazado a los antiguos C-101. ‘La alta capacidad del simulador hace que los alumnos estén más preparados para sus primeros vuelos’, afirma el coronel Asenjo.
Las sesiones en el simulador, que duran entre una y una hora y media, son cruciales para que los estudiantes enfrenten situaciones de emergencia y tomen decisiones rápidas y precisas, aumentando así su confianza.
Los primeros vuelos reales son principalmente para familiarizarse y ganar confianza, progresando luego al manejo completo de los instrumentos. Posteriormente, se realizan vuelos en formación y maniobras conjuntas, siempre bajo la supervisión del instructor.
‘SUELTA’ COMO PILOTO
Cuando el instructor considera que el estudiante está listo, se realiza el ‘primer vuelo en solitario’. Sin embargo, desde la academia no se establecen plazos ni se anticipa si la Princesa Leonor alcanzará este hito.
Leonor ha completado satisfactoriamente su formación en las academias anteriores, incluyendo un período a bordo del ‘Juan Sebastián Elcano’. No obstante, se recuerda que pilotar un avión implica una complejidad considerable y no todos los alumnos que completan su formación teórica y práctica logran volar.
‘SU PADRE LLEGÓ A PILOTAR UN CAZA’, recuerda la historia aeronáutica de su familia, ya que tanto su padre como su abuelo han pilotado aviones militares. Antes de sus vuelos, es crucial considerar aspectos como la hidratación y la alimentación.
CONVIVENCIA CON EL RESTO DE ALUMNOS
Desde el 1 de septiembre, la Princesa Leonor será ‘una alumna más’, compartiendo espacio y rutinas con sus compañeros. ‘La ministra de Defensa, Margarita Robles, subrayó esta igualdad durante su visita a la academia’, reflejando la integración de Leonor en el ambiente académico militar.














