El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha comunicado que presentará denuncias y tomará «las acciones legales oportunas» para prevenir futuras repeticiones de «actos violentos» como los sucedidos durante la protesta propalestina en la penúltima jornada de la Vuelta Ciclista a España, que transcurrió entre Robledo de Chavela y La Bola del Mundo, en el puerto de Navacerrada.
Unos cien manifestantes intentaron obstruir la carretera por donde avanzaba la caravana de la Vuelta, obligando a los ciclistas a maniobrar para continuar la competición. El altercado se produjo en la carretera cerca del cruce de Becerril de la Sierra, aproximadamente a 18 kilómetros de la meta, donde los manifestantes se sentaron en la carretera para interrumpir la carrera.
El Gobierno regional ha afirmado que adoptará medidas legales para asegurar que estos sucesos no se repitan y para que «sus autores puedan ser castigados y todas las responsabilidades depuradas». «Cualquier tipo de manifestación o reivindicación deja de ser legítima cuando se usan medios violentos y se pone en riesgo la vida de corredores o aficionados como ha ocurrido», expresaron desde el Ejecutivo autonómico.
La protesta causó un bloqueo temporal en el centro de la vía por donde circulaban los ciclistas del grupo del ‘maillot’ rojo, que incluía a Jonas Vingegaard, líder en ese momento. A pesar del incidente, la etapa continuó normalmente y Vingegaard triunfó en la cima de la Bola del Mundo.
DESVIADO EL PASO POR CERCEDILLA
Minutos antes del incidente principal, la organización de la Vuelta decidió alterar el recorrido de la etapa a su paso por Cercedilla debido a las protestas. La carrera se desvió por la carretera de Los Molinos, evitando el centro de la localidad y el esprint bonificado del recorrido.
La líder de Podemos, Ione Belarra, había llamado a una movilización masiva ese mismo día para boicotear la etapa final de la Vuelta, que se celebraría al día siguiente en Madrid, y confirmó su participación en las protestas propalestinas organizadas durante la jornada.