En un emotivo discurso durante el Día de Extremadura, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, hizo un llamamiento a «estar más unidos que nunca» frente a «el dolor y la adversidad» ocasionados por los devastadores incendios de este verano en la región.
El evento se llevó a cabo en el Teatro Romano de Mérida, donde se entregaron las Medallas de Extremadura. Guardiola comenzó su discurso refiriéndose a los conflictos globales y la necesidad de un diálogo para resolverlos, destacando la situación en Gaza: «no podemos permanecer indiferentes ante tantísimo sufrimiento».
Resaltó la valentía y el esfuerzo de las familias afectadas por los incendios y elogió a los profesionales y voluntarios que trabajaron arduamente para controlar las llamas. Además, enfatizó la importancia de la unidad en tiempos de crisis y rechazó el uso político de las tragedias.
Guardiola anunció nuevas ayudas para los afectados y medidas para fortalecer el medio ambiente y la economía rural basada en la agricultura y el turismo. También criticó las políticas que, según ella, se diseñan sin entender la realidad rural, y defendió los valores y conocimientos de quienes viven en estas áreas.
En relación con la Central Nuclear de Almaraz, defendió su importancia para el empleo y la economía de la región, y pidió respeto y consideración para Extremadura en las decisiones nacionales.
La ceremonia también sirvió para homenajear a varios destacados extremenhos y al personal del Infoex, a quienes se les otorgó la Medalla de Extremadura por su dedicación y servicio. Guardiola concluyó su discurso destacando la contribución de Extremadura al conjunto de España y la importancia de la unidad y la cooperación entre regiones.