La vicepresidenta del Gobierno y líder del PSOE en Andalucía, María Jesús Montero, ha declarado firmemente que los socialistas “no vamos a consentir que nos quiten lo construido piedra a piedra” en referencia al sistema sanitario público. En medio de la controversia que ha surgido en el Gobierno de Andalucía por errores en el programa de detección precoz del cáncer de mama, Montero ha prometido restaurar “el orgullo” por los servicios públicos andaluces. “Esto no es un juego de niños. Nos jugamos la vida”.
Durante la inauguración de los encuentros ‘Con Acento. Diálogos para transformar Andalucía’, en Sevilla, junto al ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, Montero criticó las declaraciones del presidente de la Junta, Juanma Moreno, sobre la gestión de pruebas diagnósticas inconclusas que, según él, evitarían generar “incertidumbre” en las pacientes. Montero ironizó sobre la “vía andaluza” de hacer política, consistente en “hacerse fotos pero sin arreglar absolutamente nada”. Además, cuestionó la eficacia de otros programas de detección de enfermedades, sugiriendo un problema más amplio en la sanidad.
“Vamos a recuperar el orgullo de la sanidad pública que no distingue ni por raza ni por recursos ni por ideología”, afirmó rotunda Montero, denunciando lo que considera un “colapso del sistema sanitario dirigido a la privatización”. Según Montero, la visión del PP sobre los servicios públicos quedó clara cuando Moreno declaró que el sistema sanitario “no era sostenible”, lo que para la vicepresidenta simboliza una falta de compromiso con la sanidad pública. En este sentido, destacó la sobrecarga y desmotivación de los profesionales sanitarios, a pesar de contar actualmente con 50.000 millones de euros más en comparación con los presupuestos durante gobiernos previos del PSOE.
Montero también compartió su experiencia en la gestión de la sanidad pública, basada en la confianza en el sistema. “Aquí, cuando las cosas se ponían feas, la gente se iba de la privada a la pública, que era la que tenía a los mejores profesionales, tecnología. Esto no es un juego de niños. En el sistema sanitario nos jugamos la vida”, concluyó, en un claro contraste con la política sanitaria del PP.