Oskar Matute, diputado de EH Bildu, ha expresado su descontento porque se autorizó a La Falange realizar ‘turismo fascista’ en Vitoria-Gasteiz mientras que únicamente se arrestó a los ‘antifascistas’ que se manifestaron en contra. El político se refirió a estos acontecimientos, que tuvieron lugar el pasado domingo en la capital alavesa, durante una entrevista en Radio Euskadi, informada por Europa Press.
En su intervención, Matute calificó de ‘grave’ la situación que permitió a un partido de ideología fascista, que dominó durante la era franquista, acceder el 12 de octubre a la Plaza de la Provincia, un sitio de significado simbólico por haber albergado la sede del primer Ministerio de Justicia en tiempos del franquismo, donde se deportó a miles a campos de trabajo.
‘Me resulta sorprendente que la Ley de Memoria Democrática sea tan permisiva en ciertos aspectos, porque cuando hay cánticos franquistas y se realiza el saludo fascista, esta ley debería ser más estricta’, agregó Matute. A su parecer, ‘ese acto no debería haber ocurrido y esa gente debería haber elegido otro lugar para su turismo fascista. Euskal Herria tiene una fuerte identidad antifranquista y antifascista, probablemente debido a que somos descendientes de Gernika y otros lugares que sufrieron el fascismo, y no comprendo la facilidad con la que se permite su presencia aquí para provocar’, explicó.
El diputado también señaló que el Departamento de Seguridad debe ofrecer explicaciones, ya que las imágenes difundidas muestran que los arrestos se centraron en los que intentaron repeler la manifestación fascista. Además, mencionó el comunicado de EH Bildu de Vitoria-Gasteiz, que pidió evitar ‘alimentar la provocación de los fascistas y que la ciudadanía, los comerciantes y hosteleros sufran las consecuencias’. Matute reiteró que la mejor forma de evitar conflictos es ‘impedir que esta gente aparezca aquí’, comparando la situación con un hipotético acto del Ku Klux Klan en Euskal Herria.
Finalmente, Matute comentó sobre la concentración de antifascistas que se reunieron frente a los falangistas y una actuación de la Ertzaintza que, a su juicio, protegió principalmente a los visitantes. ‘No he observado más que eso y realmente no me agrada’, concluyó.