Carlos Mazón, ‘president’ de la Generalitat, ha declarado sentirse «mucho más motivado» para proseguir con las labores de reconstrucción después de la dana del 29 de octubre, que ya casi alcanza los nueve meses y resultó en la pérdida de 229 vidas. Expresó su frustración con el trato recibido por parte del Gobierno de España tras las inundaciones diciendo: «Estamos hartos, pero no cansados».
En un evento organizado por El Español, el líder del Consell comentó sobre su «estado personal y anímico», criticando que los valencianos «no se merecen tanto menosprecio» del gobierno central y destacó el rol de la Generalitat como «altavoz de esa exigencia». Mazón aseguró que continuarán solicitando «coordinación» al Gobierno central «hasta que aparezca».
A pesar de su hartazgo con el trato gubernamental, Mazón prometió que el Consell no cesará en su esfuerzo por la recuperación que «merece Valencia y la Comunitat Valenciana». «Estamos hartos, no necesitamos gritar para hacerlo ni hacerle escraches a nadie. Pero no estamos cansados, al revés, estamos mucho más motivados» para luchar por «lo que se merece nuestra tierra y lo vamos a seguir haciendo», afirmó.
Durante su intervención, revisó el progreso en la reconstrucción post-dana y destacó la necesidad de «rendir cuentas». Criticó que la única «concesión» del Gobierno hasta ahora haya sido permitir endeudamiento para financiar las reparaciones, sin aprobar el FLA extraordinario, marcando «no hay cambios en ese sentido». «Esto forma parte de lo que no ha cambiado, de lo que no se ha aprendido», apuntó, refiriéndose a la actitud del Gobierno, que según él, se concentra más en construir un relato político que en la reconstrucción.
INSISTE EN LA «ASFIXIA FINANCIERA»
Mazón denunció que la «operación de asfixia financiera a la Generalitat continúa», y ante la «inacción» del Gobierno, han recurrido a bancos para financiar un crédito de 1.816 millones, agradeciendo la confianza en la «solvencia de la Generalitat». A pesar de la situación crítica, proclamó que la Generalitat sigue siendo un «motor económico de España».
El ‘president’ también valoró el plan de ajuste de la Administración autonómica, y defendió la «solidaridad» demostrada por la Comunitat, especialmente en el trasvase Júcar-Vinalopó. Criticó al Gobierno por no tratar la dana como una cuestión de Estado, y remarcó la falta de ayudas directas a los afectados, a diferencia de otras comunidades.