El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no tiene intención de abordar la profunda remodelación del Ejecutivo que le ha solicitado su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (Sumar), a raíz de la sucesión de casos de presunta corrupción y de acoso, al considerar que ningún miembro del Consejo de Ministros está implicado.
Fuentes de Moncloa señalan a Europa Press que no se prevé una crisis de Gobierno, una competencia que recuerdan corresponde en exclusiva al presidente Sánchez, que mantiene intacta su confianza en todos sus ministros, tal y como reiteró el pasado sábado en una conversación informal con periodistas en el Congreso.
Este viernes, Díaz volvió a presionar a Sánchez para que acometa un “cambio profundo en el Gobierno” y adopte medidas específicas contra la corrupción porque, en su opinión, el Ejecutivo “así no puede seguir”, según indicó en declaraciones a “La Sexta” recogidas por esta agencia.
La vicepresidenta segunda elevó el tono tras las últimas investigaciones por presunta corrupción que afectan al entorno del PSOE, entre ellas la detención de la exmilitante socialista Leire Díez, del expresidente de la SEPI Vicente Fernández o del socio de Santos Cerdán Antxón Alonso. También reaccionó ante el “disparate de los puteros” según manifestó y ante los casos de presunto acoso que se investigan en las filas socialistas.
En Moncloa, en cambio, intentan rebajar la tensión y subrayan que ninguno de estos procedimientos alcanza a ministros que se sientan en el Consejo de Ministros, por lo que no comparten el vínculo que establece Díaz entre estas investigaciones y la necesidad de una remodelación del Ejecutivo.
Aunque reconocen que se trata de la ‘número tres’ del Gobierno y admiten que está en su pleno derecho de expresar su postura, en el sector socialista del gabinete discrepan de su diagnóstico, restan dramatismo a sus palabras y evitan entrar en una confrontación abierta con ella.
No dejan de observar, no obstante, que el socio minoritario del Gobierno haya decidido plantear esta exigencia tras una semana “muy compleja” para el Gobierno y para el PSOE, marcada por la aparición de nuevos casos de acoso, dimisiones en cadena de cargos socialistas y la apertura de nuevas investigaciones judiciales que afectan al entorno del partido.
Pese a que Moncloa descarta una crisis de Gobierno de gran calado, Sánchez se verá obligado a introducir cambios en su equipo en un corto plazo, después de confirmarse el adelanto electoral en Aragón, lo que le obligará a relevar a la portavoz y ministra de Educación, Pilar Alegría, candidata del PSOE en esta comunidad.
Sin embargo, tal y como avanzó el propio presidente la semana pasada, la idea es limitarse a ajustes concretos para reemplazar de forma escalonada a los ministros que concurren como candidatos en los comicios autonómicos.
