Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, ha emitido una advertencia este lunes en Madrid respecto a «alimentar un conflicto civil» derivado de «alimentar el odio» hacia los migrantes. Esta declaración surge a raíz de los recientes disturbios en Torre Pacheco (Murcia), originados tras el presunto ataque a un anciano por parte de algunos migrantes, lo que provocó enfrentamientos entre locales y extranjeros.
Durante un evento organizado por el diario La Razón y con la presencia de Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, Moreno ha comentado en una sesión de preguntas con periodistas de Atresmedia que «no hay varitas mágicas» para manejar la migración, enfatizando que «necesitamos inmigrantes» debido a la baja natalidad en España.
Moreno destacó la importancia de los migrantes en sectores clave como la agricultura y la construcción, preguntándose retóricamente «cuántos de Almería se meten debajo de los plásticos», haciendo referencia a los invernaderos de la provincia. Sin embargo, subrayó que esta fuerza laboral también «necesita ser regulada» y criticó al Gobierno por su gestión de esta tarea, mencionando que «desde hace tres años hay un descontrol» en la política migratoria, y que «no existe política migratoria».
En relación a la propuesta de Vox sobre la devolución de ocho millones de migrantes, Moreno cuestionó «a dónde lo vas a devolver, a quién», calificando esta idea de «demagogia». Además, reprochó al Gobierno por su falta de uso de Frontex, la ausencia de devoluciones y contratos en origen.
Finalmente, Moreno criticó la retórica de Vox como «exclusivamente populismo», lamentó el trato a los 700 menores migrantes no acompañados que Andalucía recibirá de Canarias, tratados «como si fueran mercancía», y señaló diferencias de trato con País Vasco y Cataluña, que «van a recibir cero». Reiteró que «no hay ningún plan estrategia» del Gobierno en esta materia.
Para concluir, Moreno expresó la necesidad de «dar un tirón de orejas» a Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, describiendo situaciones de rechazo público hacia él y críticas internas dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, sugiriendo que en seguridad, el Gobierno «está haciendo agua».
