En una reciente sesión, el Consejo de Ministros ha decidido otorgar de manera póstuma la Gran Cruz de la Real Orden de Carlos III a Javier Lambán, quien fue presidente de Aragón, y a Guillermo Fernández Vara, expresidente de Extremadura, ambos fallecidos recientemente.
La ministra portavoz, Pilar Alegría, manifestó que esta condecoración es un homenaje del Gobierno a “dos personalidades cuya existencia y carrera fueron ejemplares en su entrega al servicio público” y que siempre colocaron “las necesidades de la ciudadanía al frente de sus iniciativas políticas”.
“Su memoria se mantiene viva como símbolo de su dedicación, responsabilidad y compromiso con el bienestar de la población”, afirmó Alegría en la conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros. Lambán nos dejó el 15 de agosto, mientras que Fernández Vara el pasado domingo.
La Real Orden, de carácter civil desde 1847 y fundada por Carlos III, se destina a reconocer a individuos que se hayan destacado por actos meritorios hacia España y la Corona. La gran cruz se posiciona como la segunda distinción más importante del país, precedida únicamente por el collar, reservado usualmente para miembros de la Familia Real y líderes nacionales e internacionales.