El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hablado, en una entrevista con Gemma Nierga, en ‘Café de Ideas’ y desde el Palacio de la Moncloa, sobre el «enfado» de Junts per Catalunya con el Gobierno que ha derivado en la ruptura actual de negociaciones con ellos. Sobre este tema, Sánchez ha comenzado diciendo: «No resto importancia la crítica de Junts y asumo incumplimientos», para continuar con su deseo de retomar relaciones y cumplir con la hoja de ruta marcada en los acuerdos de Bruselas de 2023, para lo que hoy se aprobará un paquete de medidas en el Consejo de Ministros. Tras el tema de Junts, la entrada en prisión de Ábalos ha sido otro de los temas importantes que ha tratado con Nierga.
«¿Qué tiene pensado hacer para volver a tener el apoyo de Junts?«, le lanzaba la periodista para abrir fuego. «Los acuerdos de Bruselas que permitieron mi investidura eran una hoja de ruta que a mi juicio suponía una oportunidad para resolver un conflicto político con Cataluña que viene de lejos. Ahí se indicaban distintas temáticas sobre las que ir trabajando», ha dicho un Sánchez que entonaba el mea culpa en los incumplimientos y los retrasos en la aplicación de lo pactado antes de destacar también los «avances importantes» conseguidos, entre los que sitúa especialmente una Ley de Amnistía en su «tramo final». No obstante, Sánchez ha reconocido que «ahora mismo están rotos totalmente los cauces de negociación que teníamos con Junts».
A la pregunta de «¿cuándo va a poder volver Puigdemont?» Sánchez ha respondido: «Esperemos que pueda volver pronto. Entendemos que la normalización total de Catalunña no va a ser posible hasta que pueda volver y pueda ejercer sus derechos».
Sobre si cree que Junts acabará aprobando una moción de censura para adelantar elecciones, tal y como les ha propuesto el PP, el presidente del Gobierno ha evitado pronunciarse, volviendo de nuevo a analizar las posibilidades de recomponer relaciones con la formación catalanista: «No resto un ápice a la importancia de la crisis política que tenemos con Junts, pero estamos ante una oportunidad hisitórica de culminar positivamente la Ley de Amnistía, la recuperación plena de los derechos de los líderes del procés. Debemos resolver el conflicto político, aunque hoy los canales están rotos. Vamos a seguir en nuestro empeño de conseguir lo que hemos acordado».
Corrupción
A mitad de la entrevista llegaba el turno de hablar de corrupción, un tema que Gemma Nierga ha planteado al presidente sin rodeos: «¿Qué sintió cuando vio entrar en prisión a Ábalos?» Sobre esto Sánchez ha dicho: «Una cosa es que tuviera confianza política en él y otro que desde el punto de vista personal era un gran desconocido para mí. Los ciudadadanos deben saber que en cuanto ha habido un mínimo atisbo de corrupción en mi partido o Gobierno he actuado con total contundencia».
Sánchez también ha afirmado: «Todo lo que se está diciendo Ábalos es mentira. No vamos a entrar en una espiral de querellas. A partir de ahora es el momento de los tribunales». El presidente respondía así a las acusaciones que el exministro está haciendo sobre él y su entorno desde que su situación judicial ha dado un giro.
En un momento dado, la periodista le ha preguntado directa: «Si usted llega a ser imputado, ¿dimitiría?». La respuesta de Sánchez: «¿Por qué voy a serlo? Yo sobre hipótesis no me puedo manejar (…) La corrupción cero no existe pero sí existe una tolerancia cero contra la corrupción».
«¿Usted recuerda cuando pedía la dimisión a Rajoy por su conexión con Bárcenas, ¿no debería hacer usted lo mismo?», le ha dicho Gemma Nierga. De esta cuestión ha escapado el presidente apelando a las distintas formas de enfrentarse a un caso de corrupción que, según él, han seguido ambos partidos, además de diferenciar los casos.
Manifestación
Sobre la manifestación que el pasado domingo convocó en Madrid el líder de la oposición contra su persona, cita en la que hasta se pidió cárcel contra él, Pedro Sánchez ha dicho: «Cuando la oposición se queda sin proponer nada constructivo…. Estamos asistiendo al colapso político e intelectual de la derecha, desconcertada por el crecimiento global de la ultraderecha. Escuchas a Ayuso decir que ETA iba a asaltar el País Vasco y Navarra… La derecha es incapaz de articular un proyecto político solvente. En el PP hay frustración, ira e impotencia. No hay nadie al volante».
