Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha optado por no dirigirse a Santiago Abascal, líder de Vox, durante su ausencia en la sesión del Congreso cuando le correspondía hablar al jefe del Ejecutivo.
Sánchez ha señalado que la ausencia de Abascal del hemiciclo le parecía «una falta de respeto», y ha decidido no dirigirle «absolutamente nada» debido a esto.
Por su parte, Abascal junto con los 32 diputados de su partido, no asistieron al hemiciclo durante el discurso inicial de Sánchez, en un acto que describieron como «gesto de desprecio al personaje, a lo que representa y a las mentiras» que supuestamente iba a expresar.
A pesar de su ausencia inicial, el líder de Vox utilizó su turno de réplica para aconsejar a Sánchez que «dimitir, ponerse a disposición judicial y confesar». Además, criticó la gestión de Sánchez tachándola de «ridícula» y lo calificó de «indecente, corrupto y traidor», afirmando que tiene «la cara de cemento».