Pablo Fernández, secretario de Organización y coportavoz de Podemos, ha admitido que es ‘muy complicado’ establecer alianzas electorales a nivel estatal con Sumar, ya que su partido se opone ‘frontal’ y ‘radicalmente’ a las políticas implementadas por el Gobierno.
‘Nosotros nos estamos oponiendo radical y frontalmente a la deriva de las políticas del Gobierno (…) Pactar con alguien que está dentro del Gobierno del rearme, de la OTAN, del régimen de guerra y de la corrupción pues evidentemente es muy complicado’, declaró Fernández en una entrevista con Europa Press.
Después de un periodo de tensiones y tras las elecciones generales del 23J, Podemos optó por separarse de Sumar y unirse al Grupo Mixto en el Congreso a finales de 2023. Desde entonces, ambas formaciones no han colaborado en las elecciones europeas, gallegas ni vascas.
En su segunda asamblea estatal, Sumar hizo un llamado para reanudar la coalición del 23J, incluyendo a Podemos. Sin embargo, los morados ya han presentado a Irene Montero como su candidata para las generales y en su último congreso reiteraron su distancia del proyecto liderado por Yolanda Díaz.
ANDALUCÍA: LA CONVERGENCIA REQUIERE AFINIDAD POLÍTICA
En lo que respecta a los próximos comicios andaluces, Podemos busca formar la candidatura ‘más amplia y heterogénea posible’, basándose en la ‘afinidad ideológica y política’ con posibles aliados.
‘Nosotros estamos dispuestos a hablar e intentar llegar a acuerdos con los partidos que se opongan al régimen de guerra, que se opongan a la OTAN y que se opongan a la corrupción’, afirmó Fernández, destacando la necesidad de una sintonía política e ideológica para formar coaliciones.
Fernández enfatizó la importancia de ser prudentes en las conversaciones y mencionó que aún es pronto para concretar alianzas, con elecciones en Andalucía planificadas para mayo o junio.
Finalmente, resaltó el objetivo de su partido de construir una ‘izquierda fuerte y verdaderamente transformadora’ y la urgencia de cambiar al gobierno de Juanma Moreno en Andalucía, al que acusa de realizar ‘recortes terribles en los servicios públicos’ y de empobrecer a la sociedad andaluza.
















