Podemos ha confirmado su decisión de votar en contra de la ley presentada por PSOE y Junts que busca transferir competencias en materia de inmigración a Cataluña, calificando el texto de “racista”.
La posición de Podemos es crucial para determinar el futuro de la ley ya que, al ser una ley orgánica, el Gobierno necesita el apoyo de todos sus socios parlamentarios para asegurar su aprobación.
La suma de los votos en contra de Podemos junto con otros partidos como PP, Vox o UPN podría resultar en un empate de 175 escaños, situación que provocaría la caída de la propuesta si no se logra una mayoría en tres rondas de votación.
Desde Podemos se argumenta que la ley propuesta tiene “intenciones abiertamente racistas”, en particular en la exposición de motivos donde se interpreta la inmigración como un problema y “un riesgo para la convivencia y la cohesión social”.
SOLO RESPONDE A UNA PUGNA ELECTORAL ENTRE JUNTS Y ALIANÇA CATALANA
“Que la intención de ese pacto es desplegar una agenda racista y no abordar el autogobierno en Cataluña lo demuestran, además, las propias palabras de Puigdemont cuando dijo, refiriéndose a este texto, que ‘sin integración no hay nación’”, indican desde Podemos.
Adicionalmente, señalan que esta ley parece responder únicamente a una contienda electoral entre Junts y Aliança Catalana. “Lo dijimos en el pasado y lo mantenemos: para hacer leyes racistas no se puede contar con los votos de Podemos, menos aún para pugnas electorales racistas”, concluyen.
En contraste, Podemos enfatiza su compromiso de defender los derechos de las personas migrantes tanto en Cataluña como en España, abogando por la regularización de medio millón de migrantes irregulares y la derogación de la ley de extranjería, que incluye medidas como el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros.
Asimismo, reafirman su apoyo a la plurinacionalidad y al autogobierno, criticando el uso de estas demandas por parte de Junts para promover agendas racistas.















