El partido Podemos ha anunciado su intención de presentar una ley en el Congreso para que el Gobierno español se convierta en el accionista mayoritario de la empresa energética Repsol, con el objetivo de «nacionalizar» la compañía.
La iniciativa fue expuesta por Irene Montero, eurodiputada y segunda al mando en Podemos, y Juantxo López de Uralde, coordinador de Alianza Verde, en un evento al inicio de la cumbre del clima en Brasil (COP30).
«Mientras el presidente viaja a Brasil para hablar del cambio climático, su gobierno premia a Repsol, la empresa más contaminante de España», criticó Montero. Ella reafirmó el compromiso de su partido para nacionalizar Repsol y devolverla al sector público, recordando que fue privatizada bajo los gobiernos de Felipe González y José María Aznar.
Montero señaló que el control estatal sobre Repsol facilitaría la transición hacia las energías renovables y reduciría la dependencia de los combustibles fósiles, asegurando así «seguridad climática y precios energéticos justos para todas las familias».
En su crítica, Montero destacó que Repsol es una de las empresas más contaminantes del mundo, situándola en el puesto 50 de las 180 que más emisiones producen a nivel global.
CON EL DINERO DEL GASTO MILITAR
Montero sugirió que los recursos para esta adquisición podrían provenir de los fondos destinados al aumento del gasto militar, como los 4.000 millones de euros para adquirir cazas ‘Eurofighters’.
«El Gobierno ya está utilizando dinero público para convertirse en accionista mayoritario en otras empresas, pero para fines que consideramos innecesarios», concluyó Montero.
López de Uralde, por su parte, recordó que los últimos tres años han sido los más cálidos registrados, evidenciando el acelerado calentamiento global. Citando al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, destacó que demasiadas corporaciones «están obteniendo ganancias récord de la devastación climática» y que muchos líderes siguen favoreciendo los intereses de los combustibles fósiles.
«Estamos fallando porque las corporaciones de combustibles fósiles tienen intereses específicos y se benefician de la devastación climática, promoviendo la exploración y explotación de estos recursos», sentenció López de Uralde, llamando a buscar nuevas soluciones en la lucha contra el cambio climático.











