El reimpulso del traspaso de competencias migratorias a Catalunya tensa las relaciones entre el Gobierno y Junts

El Ejecutivo ve con buenos ojos que se registre nuevamente con matices y negociando con Podemos, mientras los de Puigdemont aquejan que deslicen estos mensajes sin hablar previamente. El equilibrio entre ambos grupos dificulta la gobernabilidad e imposibilita la unión del bloque de investidura

Pocas horas después de que el Pleno del Congreso de los Diputados haya rechazado tomar en consideración la Proposición de Ley de Junts y PSOE para el traspaso de competencias migratorias a Catalunya ya se confabula con un nuevo intento. Una posibilidad que vuelve a tensar las relaciones entre el Ejecutivo y la formación liderada por Carles Puigdemont y complica el equilibrio con Podemos, lo que dificulta la labor de recomponer el bloque de investidura.

Fuentes del Gobierno han deslizado en los pasillos de la Cámara Baja este miércoles que verían con buenos ojos volver a impulsar la iniciativa para debatir y aprobar el traspaso de competencias migratorias a Catalunya, pero invitan a Junts a aceptar algunos matices y adoptar una posición más flexible y voluntariosa.

A juicio del Ejecutivo, el discurso de Míriam Nogueras del martes en defensa de la proposición de ley fue demasiado áspero. Admiten que intervenciones así pueden generar averías. Aunque en este caso Podemos ya estaba decidido a votar en contra y no había atisbo alguno que indicara un cambio de parecer, desde el Gobierno afirman que hubieran preferido tender puentes.

Sobre las posibilidades de volver a impulsar la iniciativa, aseguran que se puede intentar, toda vez que Junts dialogue con Podemos porque los socialistas pueden hacer de intermediarios y negociar, pero no apretar el botón por los morados.

Por otra parte, las mismas fuentes insisten en que la bancada de Ione Belarra tiene que reflexionar. Acastillados en el ‘no a todo’ desde que implosionó el terremoto Cerdán, Podemos es uno de los huesos más duros con los que negociar y desde el Ejecutivo piden flexibilidad. Asimismo, consideran que es un error político intentar capitalizar voto y sacar rédito de abundar en las diferencias.

El equilibrio entre ambos flancos, por un lado Junts, y por el otro Podemos, complica al Gobierno su pretensión de tejer nuevamente el bloque de investidura para aprobar leyes. Tanto es así, que los morados ya anticipan su rechazo al Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible, recientemente aprobado en Comisión y que está pendiente de ser elevado a Pleno.

El cabreo de Junts

Fuentes de la dirección del Grupo Parlamentario Junts per Catalunya sostienen que, desde la votación en Pleno, no han interlocutado con el Gobierno sobre el tema.

Tampoco han tomado la decisión sobre los próximos pasos. De hecho, ni siquiera se ha valorado todavía. Será el propio Carles Puigdemont el que lo haga.

Con respecto a negociar con Podemos y/o modificar los elementos de la iniciativa que provocaron su rechazo, Junts insiste en que la norma está bien tal cual está.

Fuentes de Podemos explican a Demócrata que no tendrían ningún problema en debatir sobre un traspaso de competencias, toda vez que se eliminen las referencias racistas del preámbulo, donde se presenta la inmigración como un riesgo para la cohesión social. “Obviamente, a mismo texto, mismo resultado”, concluyen.

Por su parte, Sumar, que también albergó un debate interno por el flanco de IU, también está abierto a volver a impulsar la iniciativa porque, tal y como defendió su portavoz parlamentaria, Verónica M. Barbero, siempre estarán a favor de descentralizar. Eso si, la ley debe regular única y exclusivamente el traspaso de competencias, no entrar en otras cuestiones.

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