El Partido Popular ha acusado a una «espantada» del Gobierno en la última sesión de control del año en el Congreso, prevista para este miércoles 10 de diciembre, al considerar que el Ejecutivo pretende evitar dar explicaciones sobre «los escándalos de corrupción», y «prostitución», así como sobre el caso de presunto acoso sexual que salpica al exasesor de Moncloa Francisco Salazar.
Según trasladan fuentes del PP, hasta siete ministros del Ejecutivo han decidido no asistir a la última tanda de preguntas en la Cámara Baja de 2025. Esta ausencia masiva se produce en pleno terremoto interno en el PSOE tras las denuncias anónimas por acoso dirigidas contra el excargo socialista y del Gobierno, y por la forma en que la dirección del partido ha gestionado el asunto, tardando cuatro meses en responder a las mujeres que relataron su experiencia a través de un canal interno.
En particular, los ‘populares’ ponen el foco en la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a la que señalan como «una de las responsables, según los medios, de haber protegido a Paco Salazar». Critican que no vaya a estar presente en la sesión de control «para no dar la cara» en un momento en el que el caso está en el centro del debate político.
La misma reprochan a la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría, que igualmente ha comunicado que no acudirá al Pleno. «Ha pasado de compartir mesa, mantel y confidencias con el acosador Salazar, conociendo las denuncias interpuestas contra él, a escapar del Congreso», sostienen desde ‘Génova’, subrayando el contraste entre su relación anterior con el exasesor y su ausencia ahora.
Esas mismas fuentes del PP ironizan con que el Ejecutivo «con una mano levanta la bandera feminista», y «con la otra hace desaparecer denuncias de acoso de sus propias compañeras». A su juicio, el comportamiento del Gobierno desdice su discurso público en materia de igualdad y protección de las mujeres.
«Las ausencias de estas dos ministras suponemos que se deben a no querer hacer frente al escándalo que afecta al que hasta hace cuatro días consideraban su compañero», añaden, aludiendo a la proximidad política y personal que, según remarcan, habrían mantenido con Salazar. Recuerdan además que, de acuerdo con el contenido de las denuncias presentadas por varias mujeres, el exasesor habría protagonizado comportamientos groseros, como levantarse frente a compañeras que permanecían sentadas con la bragueta del pantalón desabrochada.
LOS MINISTROS «HUYEN DEL CONTROL»
A la ausencia de Montero y Alegría se suman, según el PP, la de la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen; la del ministro de Economía, Carlos Cuerpo; la del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la de la ministra de Defensa, Margarita Robles; y la del ministro de Transportes, Óscar Puente, que tampoco participarán en la sesión de control.
Para los ‘populares’, estas ausencias en bloque muestran que dichos miembros del Gobierno «huyen del control» parlamentario y que «tampoco darán explicaciones de los escándalos que competen a sus respectivos ministerios». El PP interpreta esta situación como una maniobra para eludir el escrutinio del Congreso en un momento especialmente delicado para el Ejecutivo y para el PSOE por el llamado escándalo Salazar.
