Fernando Pastor, portavoz del Grupo Popular en la comisión de investigación de la dana en Les Corts, ha lanzado críticas hacia la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y líder del PSPV, Diana Morant, acusándola de «solo pensar en las urnas en mitad de legislatura y en plena reconstrucción» luego de la devastadora barrancada del 29 de octubre pasado. Pastor evalúa que «eso demuestra que no sabe dónde tiene la mano derecha y, visto lo visto, quizás la izquierda tampoco».
Respondiendo a una entrevista de Morant con Europa Press, donde mencionó estar «preparada» para una futura candidatura en las elecciones autonómicas, Pastor ha criticado el modelo de gobierno que Morant aspira a implementar, describiéndolo como un retorno a políticas fracasadas: «el Botànic que Morant pretende resucitar fue un desastre: más impuestos a las rentas medias, más listas de espera sanitarias y menos libertad educativa», de acuerdo con un comunicado de su partido.
Pastor también ha acusado a Morant y otros líderes socialistas de no estar a la altura durante la tragedia reciente, mientras alaba la gestión del Consell liderado por Carlos Mazón que «ha devuelto la normalidad a infraestructuras esenciales en tiempo récord». Critica además la visita única de Pedro Sánchez a la zona siniestrada y su rápida partida ante las quejas de los locales diciendo que «Esa es la imagen real de un Gobierno que dio la espalda a la Comunitat Valenciana».
Además, Pastor ha destacado la ineficacia de Morant y Pilar Bernabé, delegada del Gobierno, en la defensa de los ciudadanos frente a las políticas de Sánchez, contrastando con la habilidad de Mazón para aprobar presupuestos que ofrecen «estabilidad y confianza a la Comunitat Valenciana en un momento clave para su futuro». Finaliza diciendo: «Morant puede hacerse las preguntas que quiera sobre el futuro, pero las únicas certezas son que no tiene proyecto, que casi un año después de la tragedia no hay ni una sola encuesta que la sitúe por delante de Carlos Mazón y que en su propio partido ya buscan su relevo». «Ese es el balance real del socialismo: abandono, sectarismo y decadencia», concluye.