Carlos Floriano, portavoz de Exteriores del PP, ha lanzado una crítica severa contra el Gobierno este miércoles, acusándolo de manipular «la sangre y el sufrimiento de los gazatíes» para conseguir votos. Ante estas declaraciones, José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, ha contraatacado diciendo que los miembros del PP carecen de corazón.
«Es un bochorno el espectáculo que están dando en el seno del Gobierno por arrancar un puñado de votos a costa de la sangre y del sufrimiento de los gazatíes», expresó Floriano en la sesión de control en el Congreso, acusando además al Ejecutivo de intentar «tapar la corrupción» y las implicaciones judiciales de la esposa del presidente.
«Dan ustedes vergüenza», agregó Floriano, criticando que el Gobierno, para apaciguar a sus socios, ignora a los aliados europeos en temas de defensa y aranceles con empresas chinas.
Albares, por su parte, retó en el Senado a los del PP preguntando cuántos niños gazatíes más deben morir para que reconozcan la realidad. «¿Cuántos niños tienen que morir para que usted deje de jugar con la sangre y el sufrimiento de tantas familias?», replicó Floriano, destacando también la felicitación de Hamás al Gobierno y la cobertura negativa en la prensa internacional sobre la corrupción del Gobierno.
Floriano también señaló que el Gobierno no había comentado sobre el ciudadano español fallecido en un ataque en Jerusalén, algo que Hamás admitió haber perpetrado. Albares respondió enfáticamente, asegurando que el Gobierno sí condenó el atentado y criticó a Feijóo por permitir declaraciones que juegan «con la vida de un español».
En una intervención dirigida a Feijóo, Albares reiteró una declaración previa de Pedro Sánchez sobre las medidas adoptadas, incluyendo un embargo de armas a Israel. «El silencio y la indiferencia son cómplices y van siempre contra las víctimas, también en Gaza», manifestó Albares. «¿Dónde está su sentido de Estado? ¿Dónde está la defensa de la soberanía de España cuando otros estados la calumnian? Y sobre todo, ¿dónde está su alma y su corazón en Gaza? Creo que no tienen», concluyó el ministro.