La administración española comenzará la próxima semana los procedimientos para nombrar el Pazo de Meirás y la Isla de San Simón como Sitios de Memoria Histórica, siguiendo el compromiso del Gobierno central, anunció en Lugo el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro.
En su visita a O Vello Cárcere, que también aspira a esta designación, Besteiro destacó la importancia de este paso para ‘combatir el olvido, el negacionismo y los discursos de odio, al tiempo que se dignifica la memoria de las víctimas del franquismo’.
Esta declaración, enmarcada en la Ley de Memoria Democrática, brinda una protección y reconocimiento especiales a los lugares relacionados con la represión, proporcionándoles un enfoque conmemorativo, educativo y reparador.
El político expresó su confianza en que, con este progreso, O Vello Cárcere de Lugo se sume también a la red de lugares de memoria. El alcalde de Lugo, Miguel Fernández, presentará oficialmente la candidatura ante el secretario de Estado de Memoria Democrática la próxima semana, en un evento que tendrá lugar en el mismo edificio, ahora transformado en un centro cultural y expositivo de su historia.
En su visita a Lugo, Besteiro llamó a la Xunta de Galicia a respetar estos procesos y dejar atrás lo que describió como ‘actitudes de banalización o negación de la memoria’, refiriéndose a la autorización de eventos temáticos o clases de baile en la Isla de San Simón, lo que calificó como ‘una falta de respeto a las víctimas y sus familias’.
‘El futuro de nuestra democracia se construye sobre la memoria, la reparación y el reconocimiento de las víctimas del franquismo. No hay futuro sin memoria’, proclamó, promoviendo estas iniciativas como elementos esenciales para educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de la memoria democrática.
Por otro lado, la portavoz socialista y concejala de Cultura, Ana Abelleira, junto a la secretaria de organización del PSdeG, Lara Méndez, resaltó en el acto la significación simbólica del antiguo penal, mencionando que ‘no es únicamente un espacio para exposiciones y actividades, sino un lugar de dignificación, reparación y lucha contra el olvido’. Abelleira recordó que la rehabilitación del edificio, promovida por el Ayuntamiento en 2009, tenía el objetivo de convertirlo en un símbolo de la memoria democrática en Lugo.