La cúpula del PSOE intenta distanciarse completamente de José Luis Ábalos, exministro y antiguo dirigente del partido, tras la decisión del Tribunal Supremo de ordenar su ingreso en prisión preventiva por posibles actos de corrupción en la adquisición de mascarillas durante la pandemia. Desde el partido, recalcan que Ábalos fue expulsado y actualmente es ‘diputado del Grupo Mixto’.
Fuentes internas del partido socialista subrayan que los comportamientos bajo investigación, atribuidos a Ábalos, su exasesor Koldo García y Santos Cerdán, su sucesor en la Organización, no implican al PSOE en su conjunto. Resaltan además que las conversaciones interceptadas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil no señalan al PSOE como beneficiario de los supuestos actos corruptos.
El PSOE afirma no haber mantenido comunicación reciente con Ábalos, quien ha intensificado sus críticas hacia el Gobierno y el presidente Pedro Sánchez. Igualmente, aseguran no haber contactado con Cerdán, liberado recientemente tras cinco meses en prisión preventiva.
Las declaraciones recientes de Ábalos, incluyendo acusaciones dirigidas hacia la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y Begoña Gómez, esposa del presidente, son interpretadas por el partido como parte de su defensa personal frente a una posible condena de 24 años de cárcel. ‘Tiene derecho a defenderse’, justifican desde el PSOE.
Por su parte, María Jesús Montero, vicepresidenta primera, ha minimizado la repercusión de estos eventos sobre la imagen del Gobierno, recordando que situaciones similares ya han sido gestionadas con anterioridad por el partido, como la prisión preventiva de Santos Cerdán durante el verano.
