El PSOE reconoce dificultades en la votación sobre la jornada de 37,5 horas y se aleja de una negociación encabezada por Díaz

Archivo - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante un pleno extraordinario, en el Congreso de los Diputados, a 9 de julio de 2025Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

El PSOE acepta que existen escasas posibilidades de aprobar la votación sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, enfrentando la oposición de PP, Vox y especialmente Junts, y busca distanciarse de una iniciativa liderada por la vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz.

Fuentes del partido socialista expresan su desánimo frente al debate parlamentario de este miércoles, donde se debatirán las enmiendas a la totalidad propuestas por los mencionados partidos. A PP y Vox se les considera adversarios seguros, pero la posibilidad de que el grupo de Carles Puigdemont apoye la continuación del proceso legislativo parece desvanecerse.

En Ferraz, subrayan que esta propuesta es liderada por el socio minoritario de la coalición –de hecho, es la principal medida de Díaz para este período legislativo– y tratan de desligarse de un posible fracaso parlamentario al comienzo del nuevo período político.

Este lunes, la portavoz socialista Montse Mínguez mencionaba que aún hay tiempo hasta el miércoles, dejando abierta la posibilidad de un acuerdo de último momento, pero ya buscaba proteger al Gobierno ante un potencial rechazo del Congreso.

‘Se intentará, en cualquier caso, si no sale adelante la votación no será una derrota del Gobierno sino que lo tendrán que explicar los partidos políticos que se oponen a esta medida que beneficia a millones de trabajadores’, indicó.

JUNTS SE OPONE

Las recientes declaraciones de Junts no han ayudado a mejorar la perspectiva del Gobierno, ya que este partido sigue resaltando los riesgos para las pequeñas y medianas empresas.

‘Junts quiere que la gente tenga más tiempo para conciliar, pero no a costa de perder puestos de trabajo’, afirmó el portavoz Josep Rius, quien considera que las 37,5 horas semanales son viables para las grandes empresas, pero no para las pymes.

Rius también criticó a Sumar por ‘un error en la Junta de Portavoces’ del Congreso, lo que a su juicio, obliga a evaluar el proyecto de forma precipitada.

SE PUEDEN OPONER SIN COSTE

En el PSOE identifican un problema ideológico de fondo para abordar este tema. Según ellos, Junts es un partido de derechas, muy ligado a la patronal catalana, que se opone rotundamente a que los trabajadores reduzcan sus horas de trabajo manteniendo el mismo salario.

Por esta razón, creen que Puigdemont y su partido pueden bloquear esta medida, muy popular entre la mayoría de los ciudadanos, sin enfrentar un gran costo electoral, ya que sus seguidores priorizan los intereses empresariales.

Desde Sumar mantienen la esperanza hasta el último momento y aseguran que seguirán intentando persuadir a Junts, mientras intentan presionar al PP de Alberto Núñez Feijóo. Aseguran además, que si la propuesta es rechazada, la presentarán nuevamente en el Congreso.

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