QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
El Partido Socialista ha promovido una declaración institucional en el Senado para repudiar las “amenazas de muerte” dirigidas a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, durante un acto organizado por Falange el 21 de noviembre pasado, en recuerdo del dictador Francisco Franco, coincidiendo con el aniversario número 50 de su fallecimiento.
Aproximadamente 700 personas participaron el viernes pasado en una marcha en Madrid que comenzó cerca de la sede del PP en la calle de Génova y finalizó en la calle de Ferraz, donde se ubica la sede del PSOE. Los manifestantes entonaron cánticos como “no es una sede, es un puticlub” y “Pedro Sánchez, tiro en la nuca”.
La concentración se llevó a cabo un día después de cumplirse 50 años desde la muerte de Franco, un evento que marcó el inicio de la transición política española que culminó con la Constitución de 1978.
Propuesta de Condena y Rechazo al Silencio
Este martes, desde el Senado, Juan Espadas, portavoz del PSOE, propuso formalmente la declaración y urgía al PP, que posee la mayoría, a posicionarse adecuadamente, evitando alinearse con Vox y distanciándose claramente de actitudes que describió como “expresiones brutales de odio y violencia hacia una persona e institución”, refiriéndose a Sánchez y al PSOE.
“No vamos a permanecer callados ni vamos a aceptar que, en democracia, una institución como ésta no decida debatir una declaración unánime de violencia verbal”, enfatizó Espadas, recordando que su partido ya había propuesto antes una moción para condenar ataques a las sedes socialistas, la cual fue rechazada por el PP.
En la declaración accesible por Europa Press, el PSOE categoriza la marcha de Falange como “una manifestación al más puro estilo fascista” y menciona la presencia de “saludos fascistas, gritos y soflamas contra el presidente del Gobierno” y cánticos como el ‘Cara al Sol’.
El PSOE argumenta que estos eventos son parte de una estrategia de “deshumanización” del presidente y ataques a las sedes del partido, y exige a los partidos políticos evitar mensajes que fomenten el odio.
