Representantes del PSOE y de las formaciones de Sumar integradas en el Gobierno se verán las caras este viernes en una reunión destinada a analizar la crisis abierta en el Ejecutivo, desencadenada por los casos de presunta corrupción y acoso sexual que han sacudido a las filas socialistas.
Por ahora, ambos socios han optado por mantener un perfil bajo y apenas han difundido información sobre el encuentro. Solo se ha confirmado que por parte del PSOE acudirá su secretaria de Organización, Rebeca Torró, y que también participarán dirigentes de Movimiento Sumar, IU y Más Madrid. No ha trascendido todavía ni la hora ni el lugar concretos de la cita.
Fuentes de las dos partes del Ejecutivo ya habían avanzado que la reunión se limitaría a responsables orgánicos de las direcciones de los partidos y que no está prevista la presencia de ministros, a diferencia de otras reuniones de la comisión de seguimiento de la coalición, como la de julio, en la que estuvieron presentes los ministros Ernest Urtasun por Sumar y María Jesús Montero o Félix Bolaños por el sector socialista.
El encuentro fue solicitado formalmente por Sumar para exigir medidas claras de relanzamiento del Gobierno, molesto con la actitud de "parálisis" que atribuye al PSOE, inmerso en sus problemas internos por las denuncias de presunta violencia sexual y la detención de la exmilitante socialista Leire Díez y del expresidente de la SEPI Vicente Fernández por un supuesto amaño de contratos públicos.
Tensión entre socios por la gestión de la crisis
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, advirtió la semana pasada al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que debía reaccionar y emprender una reformulación "de arriba a abajo" del Ejecutivo, al considerar que "así no se podía continuar".
Sin embargo, el ala socialista del Gobierno rechazó esa exigencia y descartó una remodelación profunda del gabinete, al entender que ningún ministro estaba implicado en los casos investigados.
Varios ministros del PSOE se han opuesto también a esa reestructuración y el titular de Transportes, Óscar Puente, llegó a afirmar que equivaldría a ofrecer "sacrificios en el altar" y preguntó a Díaz si pensaba igualmente reordenar los ministerios de Sumar.
Pese a ello, fuentes de Sumar en el Ejecutivo insistían este miércoles en que Sánchez debía ejercer esa prerrogativa, al considerar que es la salida adecuada a una crisis que juzgan como la más grave de la legislatura. Además, alertaban de que gobernar solo para resistir no hace más que beneficiar a Vox y prepara el terreno para que la derecha "arrase" en las próximas citas electorales.
En cualquier caso, el socio minoritario no se plantea romper con el Gobierno y sostiene que esa reestructuración terminará produciéndose, al entender que es la principal carta que le queda al presidente después de haber acometido ya cambios en la dirección del partido.
Matices internos en Sumar y llamamientos al diálogo
No obstante, el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, se distanció de esa demanda y afirmó que Díaz la planteó sin consenso con los partidos que integran Sumar. IU defiende esta reunión como un primer paso para desbloquear el actual 'impasse' y advertía al PSOE de que restarle importancia a la cita sería "frivolizar" y demostrar que "no está a la altura".
A lo largo de este jueves, varios ministros socialistas han adoptado un tono más conciliador hacia Sumar, subrayando que son muchas más las cuestiones que les unen que las que les separan y mostrando confianza en que alcanzarán acuerdos para superar las actuales tensiones en el seno del Ejecutivo.