Carles Puigdemont, exlíder de la Generalitat y cabeza de Junts, expresó el viernes que si lo hubieran arrestado hace un año durante su vuelta a España para el debate de investidura de Salvador Illa, ‘hoy aún estaría en la prisión y, probablemente, a punto de ser juzgado y condenado’.
En una declaración difundida por ‘X’ y captada por Europa Press, Puigdemont marcó el aniversario de su aparición en Barcelona después de cerca de siete años en Bélgica post 1-O. Indicó que su plan era acudir al Parlament como diputado para participar en la votación de investidura, pero debido a la orden de arresto activa, entrar al lugar significaría ‘una entrega voluntaria’, opción que aseguró nunca consideró.
Puigdemont defendió su regreso citando ‘una razón democrática fundamental’ por haber sido electo diputado y por la Ley de Amnistía vigente, que según él, el Tribunal Supremo ‘no tiene base legal para ignorarla’. Describió su acto como una manera de ‘denunciar una anomalía democrática grave’ y contrarrestar lo que ve como tácticas opresivas del Estado español.
‘Si ellos me quieren encerrado e inhabilitado, mi deber es intentar hacer exactamente lo contrario’, afirmó, agradeciendo a quienes lo apoyaron y a los ciudadanos que se manifestaron ese día. Puigdemont cerró su mensaje instando a mantener la firmeza a pesar de los retos: ‘No siempre es cómodo ni agradable, pero es una actitud fundamental que no deberíamos abandonar nunca’.