El antiguo líder catalán Quim Torra ha expresado que una financiación singular para todos deja de ser singular para nadie, y ha mostrado su descontento por la incapacidad de mantener una distinción para Cataluña en un marco estatal español que busca la homogeneización, según sus propias palabras.
Este comentario lo hizo este viernes tras su participación en una mesa redonda con el abogado Gonzalo Boye y el juez Guillem Soler, en el contexto de la Universitat Catalana d’Estiu (UCE) en Prada de Conflent, Francia.
En su discurso, Torra también mencionó que ciertas tendencias se han mantenido constantes en el Estado desde 1714 hasta nuestros días, como la noción del derecho de conquista, la idea de que Cataluña es un territorio para asimilar –textualmente– y que se ha convertido en el enemigo interno en España.
TAMPOCO LE SATISFACE EL TRASPASO DE RODALIES
Explicó que una de las estrategias para asimilar a Cataluña fue a través del Estado de las autonomías, y lo comparó con la financiación singular y el traspaso de Rodalies: Estas financiaciones singulares, que no son singulares, o estas creaciones de empresas ferroviarias que no son empresas catalanas, se trata de poner nombres y conceptos para mover la bolita y quedarnos como siempre, dentro de España.
También se discutió sobre el concepto de GOIP, Grupo Objetivamente Identificable de Personas, definido por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en respuesta a una decisión del juez Pablo Llarena, que establece que todos los países de la UE deben respetar euroordenes de otro miembro comunitario a menos que existan violaciones de derechos en el país emisor y si están dirigidas contra un GOIP.
Torra sostiene que el concepto de GOIP puede perfectamente englobar y ser la marca que permite incluir desde lawfare, a los casos de espionaje de Pegasus, a todo el tema de la represión policial, y afirmó que los Països Catalans son un GOIP dentro de España, en sus palabras.
LA LEY DE AMNISTÍA PENDIENTE
Por otro lado, el juez Soler mencionó que el concepto GOIP podría extenderse a otros contextos más allá de las euroordenes, y señaló la no aplicación de la Ley de Amnistía como nuevo terreno de juego.
Boye y Soler coincidieron en que sería un error asociar el concepto GOIP con el derecho a la autodeterminación, viéndolo más como un mecanismo de defensa y un instrumento jurídico, cuando Torra preguntó si podría usarse como un elemento de ataque en el proceso de independencia.
















